En su tercera temporada en la ACB, Steven Enoch (Connecticut, 1997), se estrenará al fin esta semana en una Copa del Rey, un torneo al que no llega en su mejor momento. El pívot estadounidense, que comenzó la temporada con una lesión, no termina de encontrar la regularidad que consiguió el curso pasado bajo el mando de Neven Spahija y, aunque está contando con protagonismo en la rotación, es uno de esos jugadores de los que, dado su indudable talento y sus excelentes condiciones físicas, siempre se espera más. Antes de viajar a Badalona, el interior azulgrana habla con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA de cómo afronta un torneo que bien podría servirle para reivindicarse.
Tuvo un inicio de temporada complicado con la lesión, ¿cómo se encuentra en estos momentos?
Me siento bien, la verdad. El equipo está ganando, la relación con el entrenador es buena y eso es todo lo que me preocupa más que los números individuales.
¿Le costó entrar en la dinámica del resto de compañeros y recuperar el ritmo después de perderse una parte del arranque del curso?
No, yo creo que ha sido un asunto más de reencontrarme con mi propio juego que de adaptarme al del resto del equipo, con eso no he tenido problemas. No me encontraba del todo bien físicamente, pero he ido mejorando y ahora que ya estoy al 100% en este aspecto puedo volver a hacer mi juego.
Ha tenido ya tres entrenadores desde que está en el Baskonia y fue con Spahija con quien logró mejores números, ¿qué le está pareciendo ahora Peñarroya?
Tengo capacidad para adaptarme a distintas situaciones, aunque lleva algo de tiempo ajustar tu juego a los sistemas y formas de entrenar de cada técnico. De todas formas, esto es algo que tienen que afrontar todos los jugadores, hay que estar preparados para estos cambios.
En este estilo de lanzar tanto desde la línea de tres, ¿echa en falta recibir más balones por dentro?
Estamos ganando y eso es lo único que importa. Si es lo mejor para el equipo, adelante.
“Al principio no me encontraba al 100% físicamente, ahora ya puedo hacer mi juego”
¿Se está centrando en mejorar algún aspecto en concreto de su juego ahora mismo?
Sí, estoy intentando perfeccionar lo que está en mi mano, pero sobre todo me estoy centrando en mejorar en el rebote, en la defensa y en la capacidad para taponar tiros. Creo que he mejorado en aspectos defensivos respecto a la temporada pasada y también en controlarme con las faltas, pero tengo que continuar trabajando cada día para seguir creciendo como jugador.
¿Cómo puede un jugador trabajar su defensa?
Es importante saber posicionarse en la cancha, ver muchos vídeos, trabajar la comunicación con los compañeros y por supuesto hay algunos aspectos que solo se consiguen con la experiencia. También es clave la ayuda del entrenador. Cada uno tiene sistemas defensivos diferentes y deben decidir cuál es mejor para sus jugadores y que luego el equipo los sepa ejecutar.
¿Está cómodo en el actual sistema?
Siempre se puede mejorar, pero sí, estoy cómodo por ahora.
Esta va a ser su primera Copa del Rey en tres años en la ACB, ¿tiene ganas de vivir al fin una?
Sí, desde luego, creo que va a ser una fantástica experiencia tanto para mí como para el equipo. Intentaremos hacer un gran torneo en Badalona y que se hable de nosotros.
¿Cómo llega el equipo al torneo? ¿Ve posibilidades de alzar el título de campeón?
Creo que tenemos opciones de ganar cualquier partido y cualquier campeonato este año. Incluso cuando perdemos nuestra mentalidad es pensar que lo podíamos haber ganado, no nos sentimos menos que los demás.
¿Qué sería lo primero que haría si gana la Copa?
Llamaría a mi madre por teléfono para contarle que nos hemos proclamado campeones y le diría que tiene un regalo esperándole para cuando venga de visita.
¿Hay alguna apuesta en el vestuario en caso de que logren ganar la Copa?
No porque todavía hay alguno que tiene que pagar pizzas por apuestas anteriores, así que lo primero es que salden sus deudas (risas).
“Tenemos opciones de ganar cualquier campeonato o partido este año, esa es nuestra mentalidad”
¿Qué le parece el Joventut como primer rival en cuartos?
Es un muy buen equipo, como todos los que estamos en la Copa del Rey. Cada uno se ha ganado estar ahí por méritos propios y no podemos subestimar a ningún rival, todos van a ser partidos difíciles.
¿Qué necesita hacer el Baskonia para ganar ese partido?
Tenemos que ser capaces de hacer bien las pequeñas cosas. Si nos mantenemos fieles a nuestra filosofía de juego, realizamos una defensa sólida que nos permita correr la cancha en transición y estamos acertados en el lanzamiento, vamos a tener opciones de ganar siempre.
Le va a tocar lidiar con Ante Tomic, ¿es difícil defender a un pívot de su calidad?
Es un grandísimo jugador y muy experimentado. Siempre que me enfrento a él tengo que dar mi máximo para poder defenderlo e incluso así a veces no hay manera de impedir que anote. Es divertido y motivante medirse a pívots como él.
¿Es una presión añadida saber que uno de los jugadores no formados en España se va a quedar fuera de la convocatoria o ayuda a la competitividad?
No creo que sea negativo. De hecho, creo que Peñarroya lo ha usado como herramienta para poder dar descanso a jugadores que estaban tocados o que necesitaban un respiro y ha ido rotando con los descartes. Lo está gestionando bien.
“Tomic es un gran jugador, a veces anota incluso cuando le haces buenas defensas”
¿Está de acuerdo con la norma que obliga a tener cuatro cupos de formación y máximo dos extracomunitarios en las convocatorias de ACB?
Para mí lo ideal sería que todos los jugadores de la plantilla pudieran competir. De todas formas, la regla está ahí, la cumplimos y estamos haciendo un buen trabajo pese a ello.
En el duelo contra el Unicaja del pasado domingo alcanzó 100 partidos como azulgrana, ¿qué balance hace de su paso por el Baskonia hasta ahora?
Ha sido positivo para mí, eso seguro. Llegué como un jugador joven, he tenido que trabajar duro durante este tiempo y también he recibido muchas enseñanzas de los tres entrenadores diferentes que he tenido. Han sido 100 partidos, pero en cuanto a aprendizaje se sienten como 300 (risas). Y eso es bueno.
