Del día a la noche. El Baskonia fluido, equilibrado y con carácter de la primera parte se diluyó como un azucarillo en el inicio de la segunda. Sin noticias de ese equipo con carácter que fue capaz de someter al todopoderoso Barça en el Palau en una brillante primera mitad.

Sí, así había sido. Los pupilos de Peñarroya habían sido capaces no solo de salir indemnes de varias circunstancias adversas como el hecho de que su rival lanzase 20 veces desde el tiro libre por 5 el Baskonia o de que perdiese por goleada el rebote (22 a 11) en esos dos primeros cuartos, sino que encima iban con el viento a favor tras dominar el encuentro por 12 puntos al descanso (39-51).

El buen hacer de un póker de lujo liderado por Thompson –10 puntos, 3 asistencias y 15 de valoración–, junto a Enoch (8 puntos) y Marinkovic y Giedraitis (7 cada uno), permitía a la escuadra azulgrana dominar al conjunto culé.

Sin embargo, el equipo se apagó de una forma incomprensible en el arranque de la segunda mitad. El Barcelona subió líneas, aumentó su intensidad en defensa y provocó una tremenda desconexión en los jugadores del conjunto baskonista incapaces de dar una a derechas.

Adiós al equilibrio. Y es que si en la primera mitad el Baskonia consiguió 24 de sus 51 puntos en la pintura, cinco desde el tiro libre y 22 desde fuera, en ese tercer cuarto abusó en exceso de un lanzamiento triple que le dio la espalda. Buena prueba de ello es que si en los primeros 20 minutos anotó 6/13 desde los 6,75 metros, en el tercer cuarto falló los siete lanzamientos que intentó. Mismos errores que en toda la primera mitad.

Sin Thompson, adiós

Atenazados. Sin soluciones cuando el Barça consiguió anular a Darius Thompson. El generador de juego baskonista fue maniatado y el equipo lo pagó caro. Muy, muy caro. Atrapado en una tela de araña de la que el Baskonia fue incapaz de salir. Los escandalosos parciales recibidos en contra así lo confirman. De arranque un 12-0 permitió al Barça empatar el partido (51-51). Ese tercer cuarto acabó con un 26-7 en contra. El Baskonia que había sido capaz de anotar 51 puntos en la primera mitad solo hizo 7 en un tercer cuarto horroroso. 10 pérdidas cometió en ese tramo del partido, fruto de la mayor actividad defensiva del rival. La valoración en esos diez minutos habla bien a las claras del apagón sufrido por el Baskonia. 32 puntos para los culés y -1 para los del Buesa. Víctimas de sus errores y desquiciados por una actuación arbitral muy permisiva con el bando local.

La actuación colegial acabó desesperando a Peñarroya y los suyos. Una más que posible falta de Sanli sobre Marinkovic acabó después en una contra culé que se saldó con una antideportiva de Kurucs a Jokubaitis. Enfado del técnico catalán y segunda técnica. Expulsado. Fuera del partido. Como su equipo, que ya no volvería a ver la luz.