La marcha de Alec Peters (Illinois, 1995) rumbo al Olympiacos ha sido una de las bajas más importantes para el Baskonia en lo que va de mercado junto a las de Wade Baldwin y Simone Fontecchio. El ala-pívot norteamericano llegó a Vitoria-Gasteiz en el verano de 2020 y ha sido el principal encargado de abrir la cancha y amenazar desde el triple en las dos últimas temporadas, aunque en la última se vio condicionado por una importante lesión de rodilla que le mantuvo en el dique seco durante la primera mitad de la campaña y dificultó que alcanzara su plenitud física tras su regreso. Quizá fue esa la razón, unida a su elevada ficha, de que el Baskonia decidiera traspasarlo tras haber prolongado su contrato anteriormente hasta 2023. El pistolero nacido en Illinois, que no tuvo la oportunidad de despedirse de la parroquia azulgrana, atiende la llamada de DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA desde Estados Unidos, donde se encuentra disfrutando de su familia y preparando su nueva aventura en Grecia, para repasar su etapa en Vitoria y hablar de su salida de la entidad azulgrana.

Está de vacaciones, pero no deja de lado el baloncesto. La semana pasada se celebró su Campus...

Sí, así es. Fueron tres días fantásticos con los niños y niñas de Washington (Illinois). Es un proyecto al que le tengo mucho cariño, que lo preparo junto a mi familia y que cada vez es más grande. Lo repetiremos el verano que viene, eso seguro.

Ahora comienza una nueva etapa para usted. ¿Tiene ganas de empezar a trabajar con el Olympiacos?

Sí, aunque la verdad es que fue algo inesperado para mí. Sin embargo, cuando estas cosas suceden no te queda más elección que prepararte para el próximo capítulo. Mi mujer y yo estamos ansiosos por empezar esta nueva aventura. Cuando cambias de equipo siempre hay un periodo de transición que es complicado, pero es algo por lo que hay que pasar. Toca mirar hacia delante y una vez que comienzan los entrenamientos y los partidos también se vuelve todo más emocionante. Vamos a tener un gran equipo esta temporada en El Pireo y seguro que tendremos opciones de ganar títulos.

¿Por qué dice que fue algo inesperado? ¿Su intención era quedarse en el Baskonia?

Sí, yo me fui muy relajado de vacaciones pensando que me iba a quedar en Vitoria otra temporada. Me gustaría poder contar más, pero desafortunadamente a veces se dan situaciones en las que a los jugadores no nos queda más remedio que asumir que las cosas son como son. Puede que la gente tenga preguntas que no se pueden responder o que no tengo permitido responder. Los jugadores nos tenemos que adaptar a estar circunstancias y seguir nuestro camino. Fue inesperado, pero creo que al final ha sido positivo para todas las partes.

¿Qué balance hace de las dos campañas en las que ha formado parte del Baskonia?

Desde mi punto de vista, es difícil decir que el balance ha sido positivo, ya que no hemos conseguido ganar nada. Ni la Liga ACB, ni la Copa del Rey, ni siquiera alcanzar el play off de la Euroliga. Han sido dos años en los que tal vez he tenido éxito y buenos números en el apartado individual, pero este juego no trata de eso, es un deporte de equipo. Es ese sentido estoy algo decepcionado conmigo mismo por no haber sido capaz de ayudar al equipo a conseguir mayores éxitos. Dejando esto a un lado, he estado encantado con Vitoria y su gente, es un lugar fantástico y ha sido muy cómodo vivir allí para mí y mi familia. Eso sí, me habría gustado darle alguna alegría más a la ciudad.

En una entrevista de la pasada temporada, comentó que tenía el reto de ser un líder para el vestuario como segundo capitán. ¿Cómo resultó esa experiencia?

Yo confío plenamente en mi capacidad de ser un líder y puede preguntárselo a cualquier jugador con el que haya compartido vestuario durante estos años, va con mi personalidad. Creo que es uno de los aspectos con los que puedo ayudar al equipo, sin importar en qué club esté. Este año ha sido difícil ejercer esa función porque me perdí la mitad de la temporada por la lesión de rodilla y siento que las cosas no han salido bien pese a tener un equipo cargado de talento. Cuando no ganas nada nunca es un final feliz para la temporada, pero no queda otra que empezar a trabajar en la siguiente con el objetivo de que las cosas salgan mejor.

¿Qué tal está su rodilla en estos momentos?

Genial, el verano es el momento ideal para descansar, recuperarme de las lesiones y tomarme un tiempo para asegurarme de que la rodilla está al 100% y puedo completar la temporada que me tenía que haber tocado vivir el año pasado. Estoy entrenando y trabajando durante varios días a la semana para que mi cuerpo se encuentre en las mejores condiciones posibles y prevenir que pueda repetirse lo que me ocurrió hace un año, aunque obviamente las lesiones nunca las puedes controlar totalmente. A veces son inevitables.

El Olympiacos está armando una poderosa plantilla. ¿Se ve con opciones de ganar la Euroliga la próxima temporada?

Sí, el entrenador Georgios Bartzokas y el club confían plenamente en el potencial del equipo y vamos a intentar construir sobre el éxito que consiguieron la pasada temporada. Tenemos una gran plantilla, con jugadores con mucha experiencia, y el núcleo de la pasada campaña continúa, lo cual es muy importante. Seguro que estaremos en la pelea por la Final Four, y por qué no soñar con ganar la Euroliga.

¿Y qué opina del equipo que está construyendo el Baskonia?

Estoy seguro de que todavía está en proceso de construcción y están trabajando para disponer del mejor equipo posible, pero resulta complicado decir dónde puede estar hasta que hayan terminado de formar la plantilla. Están realizando muchos cambios, así que veremos qué sucede. Los vitorianos merecen un equipo que pueda conseguir éxitos y ojalá el que construyan cumpla con los objetivos.

Los exbaskonistas suelen ser bien recibidos cuando regresan al Buesa Arena. ¿Cómo cree que será su vuelta con el Olympiacos?

No lo sé, la verdad. Como le decía, no hemos logrado éxitos en las dos últimas temporadas, pero yo personalmente me he esforzado y he dado todo lo que tenía, así que veremos si se valora o no.

¿Qué es lo que más va a echar en falta de su paso por el Baskonia?

Los compañeros de equipo con los que he compartido estas temporadas, seguro. Jugar dos años con Giedraitis, por ejemplo, ha sido muy especial para mí, se convirtió en un gran amigo mío. También hice buenas migas con los jóvenes como Raieste, Kurucs y Sedekerskis, que han estado igualmente dos años a mi lado. El cuerpo técnico, el personal del club... Quienes han estado a mi alrededor este tiempo en general, los echaré de menos.

Ya que no tuvo la oportunidad de despedirse de la afición, ¿tiene ahora algún mensaje para ellos?

Simplemente me gustaría darles las gracias por su cariño y apoyo, y también por el esfuerzo que realizaron cada partido por ir al Buesa Arena y animarnos, incluso cuando las cosas no salían. Es una de las mejores aficiones que he tenido en mi carrera y nunca olvidaré el tiempo que pasé allí.