La Euroliga está viviendo quizá uno de sus momentos de mayor brillo, con una competición llena de estrellas como Micic, Larkin, Clyburn, Mirotic, Higgins, Deck, Tavares, Mike James, Vezenkov, Wilbekin, Okobo, Vesely o Baldwin, pero eso no se está traduciendo ni mucho menos en una competición económicamente saludable. Según un informe elaborado por European Basketball Advisory Group y del que se ha hecho eco el portal Eurohoops, todos los equipos que compiten en el torneo continental registran pérdidas a excepción del Alba Berlín, lo cual sitúa a la liga en una situación comprometida de cara al futuro y da aún mayor relevancia a la elección de un nuevo director ejecutivo que deberán realizar los clubes propietarios próximamente tras la destitución de Jordi Bertomeu.

Según el documento, “nunca ha existido un modelo sólido de ingresos” y este problema está creciendo a medida que incrementan los gastos de los equipos, especialmente en salarios de los jugadores. “Una de las principales fuentes de ingresos de los clubes son las inyecciones económicas de sus principales accionistas (clubes de fútbol, presidentes multimillonarios o incluso Gobiernos locales) que en algunos casos superan el 50% del presupuesto total del equipo”, asegura el informe. Por lo tanto, algunos de los equipos gastan el doble o más de lo que ingresan, algo “económicamente irracional”, advierten.

A esto se añade la opacidad de la mayoría de los participantes al dar a conocer sus números económicos públicamente, aunque para explicar la situación se utilizan como ejemplo las cuentas del Real Madrid y del Barça, equipos financiados por clubes de fútbol. Según el documento, el Barça registra unas pérdidas de 26,6 millones de euros al año en el periodo de entre 2015 y 2021, mientras que las del Real Madrid son de 23,8 millones de media en el mismo espacio de tiempo. El Barça, concretamente, gastó en el curso 2020-21 39,4 millones de euros solo en salarios, mientras que sus ingresos totales fueron de 10,6 millones. Para ponerse en situación, las pérdidas del cuadro catalán, de alrededor de 30 millones, duplicaron el presupuesto total del Baskonia, que ronda los 15.

Diferente es el caso del Bayern de Múnich, que, pese a ser propiedad también de un club de fútbol, sigue un modelo que pretende ser autosuficiente, y, de hecho, en la temporada 2020-21 sus pérdidas fueron de solo 97.000 euros, aunque un año antes superaron los tres millones. El único con beneficios, en cualquier caso, es el Alba Berlín, que entre 2015 y 2020 terminó cada curso con resultado positivo y es también uno de los clubes más transparentes con sus cuentas. Sus resultados deportivos, sin embargo, no han estado a la altura de su excelente gestión, por lo que tiene sentido que proteste por los desorbitados gastos de sus rivales.

ASPECTOS A MEJORAR

No todos los datos que recoge la auditoría son negativos, ya que se destaca, por ejemplo, la labor que se está realizando para que la Euroliga esté presente en redes sociales y también el aumento de la asistencia de público a los pabellones. Además, se defiende el potencial del baloncesto para el futuro, ya que se trata del segundo deporte con más seguidores del continente y uno de los favoritos de la Generación Z debido a su alto ritmo de juego.

Igualmente positivos son los resultados del multimillonario acuerdo alcanzado con la empresa IMG para que se convirtiera en la distribuidora de los derechos audiovisuales del torneo, algo que ha permitido aumentar los ingresos de los clubes y de la competición temporada a temporada. El problema es que los gastos en sueldos han crecido a mayor velocidad que los pagos de la Euroliga, y de ahí el descontento de varios clubes con la gestión de Bertomeu.

En cuanto a las tareas pendientes para el futuro, en el informe se mencionan algunas posibles soluciones a los problemas estructurales que sufre la competición. Por un lado, se pide un mayor control del Fair Play financiero para asegurar la viabilidad del torneo a largo plazo, transparencia e integridad en las directivas de los equipos y una mayor colaboración con la FIBA y las ligas domésticas. Por otro lado, se advierte de los riesgos de que los puestos de dirección los ocupen exjugadores “que no han sido formados en áreas clave del mundo de los negocios” y se urge a que sean instruidos en este ámbito o se contrate a personal por sus conocimientos y no por su trayectoria como deportista.

REUNIÓN MAÑANA

Es evidente que la Euroliga deberá sufrir cambios en los próximos años para poder ser un torneo sostenible y por ello la elección del nuevo CEO será fundamental para intentar revertir la situación. De momento, mañana a partir de las 11.00 horas tendrá lugar una reunión de los clubes propietarios, aunque los principales temas a tratar serán el de la situación de los equipos rusos y el de las dos invitaciones o wild cards que quedan por repartir para la Euroliga 2022-23, para las que Valencia Basket y Partizan parten como grandes favoritos.