Baldwin por fin apareció. Sin embargo, el mejor partido del base de New Jersey en esta eliminatoria fue insuficiente. Demasiado solo. Así estuvo ayer el director de juego azulgrana frente al Real Madrid. Él sí que tiró del carro, pero sus compañeros no aparecieron y eso ante un equipazo como el Real Madrid es insuficiente. Con un solo jugador, por mucho que sea una estrella y haga números de figura, no se puede frente a un rival del calibre del conjunto blanco.

Y es que Baldwin firmó un partido de estrella. El ex del Bayern no se arrugó y fue liderando al Baskonia de inicio a fin. De hecho, en el primer cuarto había metido cinco puntos, máximo anotador, y era ya el más valorado de la escuadra gasteiztarra también con cinco puntos. Su aportación fue creciendo y para el descanso, el uno estadounidense había firmado 15 de los 36 puntos del equipo con una excelente carta de tiro 6/6 en tiros de 2 y 1/3 en triples y su valoración ascendía a 14, casi la mitad de todo el Baskonia que llevaba en esos dos primeros cuartos 33. Lo dicho, muy solo.

Fontecchio, de forma esporádica, era la única y escasa ayuda que tenía el director de juego azulgrana. El italiano firmaba para el descanso 10 puntos, que unidos a los 15 de Baldwin suponían 25 de los 36 del Baskonia (69,4%). Sin noticias del resto. Empequeñecidos por Tavares. El gigante blanco se los merendó.

Y es que el pívot caboverdiano hizo un partido estratosférico. Su influencia en el partido fue total. En el primer cuarto asustó tanto a los hombres de Spahija, que se quedaron en un pobre 1/8 (12,5%) en tiros de dos. Un muro infranqueable atrás que desviaba todos los tiros. Dueño y señor de su zona... Y de la zona rival.

Y es que si el papel de Tavares fue notable en defensa, en ataque fue de matrícula de honor. En el primer cuarto contribuyó con cuatro puntos y otros cuatro rebotes para alcanzar los 9 de valoración y acabó con un +11 en la estadística del +/-. Bueno, muy, muy bueno.

Mejor aún fue lo poco que hizo en los 3:38 minutos que estuvo sobre la cancha en el segundo cuarto. En ese corto intervalo de tiempo consiguió 13 de valoración gracias a sus 8 puntos con un 1/1 en tiros de 2 y 6/6 en libres, gracias a sus cuatro faltas recibidas. Era la única forma de pararle.

Y encima enfrente solo estaba Baldwin. El base baskonista acabaría agotado después de la paliza y desquiciado. Fuera del campo tras recibir una técnica al borde del final de un partido que acabaría con 16 de valoración y 26 puntos, casi un tercio de los logrados por el equipo. Entre Granger (10) y Fontecchio 16 igualaron sus registros anotadores y todos los demás jugadores baskonistas hicieron 25, uno menos. La soledad de Baldwin. El equipo estuvo empequeñecido. Engullido por el gigante Tavares que acabaría con números de MVP: 23 puntos en 30 minutos, con un 62% en tiros de 2 (8/13), 12 rebotes, 2 asistencias, 2 tapones, 3 mates, 6 faltas recibidas y 36 de valoración.