El Baskonia vuelve a reencontrarse este domingo en el Coliseum Burgos con Landry Nnoko, un pívot que ha pasado de codearse al más alto nivel en clubes de la Euroliga como el Estrella Roja o el Baskonia a, quizá por culpa de una mala cabeza, militar en un equipo más modesto como el San Pablo Burgos que en la actualidad aspira, como máximo, a la simple permanencia dentro de la ACB tras vivir unas temporadas doradas.

El poste camerunés, que pasó hace meses por Vitoria con más pena que gloria dejando incluso una estampa de jugador problemático en el vestuario, no está consiguiendo remontar en exceso el vuelo en tierras castellanas. Lógicamente sus promedios han mejorado en un conjunto donde, con permiso de Julian Gamble, se ha adueñado con puño de hierro del puesto de cinco y es una pieza de la máxima confianza para su técnico Paco Olmos.

En 11 partidos con la elástica burgalesa se va hasta los 9,8 puntos y 6,4 rebotes, unas cifras bastante mejores que las que acreditó en Vitoria. En el Baskonia no convenció prácticamente desde su aterrizaje y, de hecho, su protagonismo terminó siendo residual. Primero bajo la batuta de Ivanovic y más tarde la llegada de Spahija no alteró el oscuro panorama hasta que ambas partes acordaron la rescisión de contrato. Previamente, la entidad alavesa le abrió un expediente informativo por negarse a entrenar el día posterior a una estrepitosa derrota en el Príncipe Felipe de Zaragoza.

El siguiente destino profesional de Nnoko sorprendió a todo el mundo, ya que con la mediación de su agente Misko Raznatovic dio con sus huesos a tan solo 120 kilómetros de Vitoria. El San Pablo Burgos, que por entonces necesitaba de forma imperiosa un hombre alto que brindara consistencia a la pintura, acabó por seducirle en un movimiento ciertamente inesperado. En concreto, le hizo un hueco prescindiendo de Dejan Kravic, ahora en el Unicaja, que por entonces también tentó al otro poste con el que Nnoko comparte ahora vestuarios a las órdenes de Paco Olmos: Julian Gamble.

“Alterna buenos partidos con otros no tan sólidos. En líneas generales, no está teniendo la regularidad esperada. El equipo lo agradece cuando él domina la zona, pero el problema es que no lo hace todos los días. A lo mejor esperábamos más por ser un jugador acostumbrado a disputar la Euroliga”, reflexiona Carmelo Palacios, el periodista que sigue el día a día del San Pablo para el “Diario de Burgos”.

Nnoko ya dejó patente en el Buesa Arena que no era precisamente un virtuoso en ataque o que su habilidad más generarse sus propias canastas era más bien escasa. Pues bien, con su nuevo equipo tampoco ha efectuado excesivos progresos en este sentido y otras virtudes como la fortaleza reboteadora o la facilidad para correr el contragolpe están quedando en un segundo plano.

“Está teniendo problemas en la finalización y también en la recepción del balón con sus manos blandas. Le falta algo de calidad y, si no es con un mate, sufre para conseguir canastas. En cualquier caso, es un pívot que ayuda con su energía”, añade el citado periodista.

El problema para el Baskonia es que cualquier pívot le está llevando por la calle de la amargura desde el inicio de la temporada. Artem Pustovyi, el gigante del Gran Canaria, ha sido el último en extraer provecho de la tibieza alavesa bajo los aros, donde Enoch y Costello siguen echando de menos la presencia de un compañero que marque territorio e imponga respeto. De lo que no hay duda es que Nnoko, quien ya consiguió unos notables 12 puntos y 8 rebotes en el partido de ida celebrado en el Buesa Arena -saldado con triunfo azulgrana (80-69)-, tendrá una motivación mayor de la habitual para tomarse mañana la revancha.

En señal de agradecimiento. 200 abonados disfrutarán en próximas fechas de un snack en la Sala Baskonia del Buesa Arena en cada uno de los cinco partidos que el equipo disputará de aquí al término de la fase regular de la ACB. En concreto, se realizará un sorteo entre los abonados azulgranas para los partidos ante UCAM Murcia, Valencia Basket, Baxi Manresa, Casademont Zaragoza y Joventut de Badalona. De esta forma, el Baskonia quiere agradecer a sus fieles en esta campaña tan difícil su apoyo incondicional durante los últimos meses. Los afortunados podrán conocer una de las salas más emblemáticas del pabellón y disfrutar de comida y bebida desde una hora antes del partido y también durante el descanso.

El fornido exazulgrana ha promediado casi 10 puntos y más de 6 rebotes de media en sus once partidos desde que fichó por el Burgos