Casi medio año en Vitoria-Gasteiz ha sido tiempo suficiente para conocer al Matt Costello jugador. Un pívot inteligente, versátil, con buena muñeca pero con capacidad de sacarse un mate o un tapón monstruoso de cara a la galería cuando menos se lo espera el rival. Sin embargo, poco se sabe de su personalidad, sus aficiones y su vida fuera de las pistas, aspectos sobre los que este periódico ha querido arrojar algo de luz durante el tiempo que ha compartido con el norteamericano.

¿Por qué luce el dorsal 24 en la camiseta?

-Es simplemente porque de joven quería vestir el número 22, pero no estaba disponible, por lo que no me quedó más remedio que quedarme el 24. Desde entonces es el dorsal que me ha acompañado siempre.

¿Y por qué deseaba el 22 inicialmente?

-Lo quería por el ídolo de mi infancia, Tayshaun Prince, que jugó en los Detroit Pistons entre 2002 y 2013 y llevaba ese número. Era mi jugador favorito porque era delgado y alto, como yo. Quería su número a toda costa, pero no fue posible.

¿Cuál es el jugador que más le ha costado defender en su carrera?

-Probablemente Kawhi Leonard. En el año que estuve en los San Antonio Spurs él estaba recuperándose de una lesión y le hacían entrenar contra los jóvenes como yo para ponerse a punto. Simplemente no podía hacer nada para impedir que encestara, lo odiaba.

Sé que le gustaría ser entrenador. Si pudiera elegir un equipo al que entrenar, ¿cuál sería?

-Si fuera entrenador principal, me encantaría dirigir a los Detroit Pistons o al equipo universitario de Michigan State. Son los dos equipos de mi tierra y disfrutaría mucho en cualquiera de los dos. De todas formas, no me veo como entrenador principal, sería muy difícil. Me atrae más el trabajo individual con los jugadores.

¿Qué le gusta hacer cuando no está jugando a baloncesto?

-Sobre todo estar en casa y pasar tiempo con mi mujer y nuestro bebé, dar un paseo, tomar un café... Como ve, no soy una persona muy apasionante, no suelo hacer cosas muy locas (risas). Lo más emocionante que he hecho desde que estoy aquí es ir a visitar San Sebastián, Bilbao o alguna bodega de la zona para empaparme de la cultura local. No soy de salir de fiesta por las noches, prefiero quedarme en casa.

¿Cuál es su plato favorito?

-No sé si lo conoce, pero se llama ternera Strogonoff. Es una especie de ternera cortada en tiras con salsa y patatas fritas. Lo solía cocinar mi madre cuando era joven y a mí me encantaba.

¿A qué le gustaría dedicarse si no fuera jugador de baloncesto?

-Me dedicaría a ser amo de casa, siempre se lo digo a mi mujer. Si yo no fuera jugador, me gustaría que ella trabajara y yo quedarme en casa a cuidar del bebé y del hogar. Quiero mucho a nuestro bebé y me encanta pasar tiempo con él.