Matt Costello ha sido este martes el encargado de valorar el irregular momento que vive el Baskonia, capaz de protagonizar fases sólidas durante los partidos como desplomes inesperados que le cuestan victorias como la del pasado domingo ante el Tenerife tras no anotar ninguna canasta en juego durante los últimos ocho minutos.

"Yo creo que todavía tenemos que descubrirnos y saber cómo somos. Por eso, tenemos buenos y malos momentos a los dos lados de la cancha. Estamos progresando, tenemos más solidez y aprendiendo más el uno del otro, pero todavía nos queda para ser lo que queremos ser. Yo creo que como equipo tenemos ganas de alcanzar eso. Hay buenas sensaciones dentro del vestuario", explicó el pívot.

Para el ex del Gran Canaria, que tampoco ha alcanzado la plenitud en su juego a nivel individual tras un intenso verano donde participó en el Afrobasket con la selección de Costa de Marfil a las órdenes de Natxo Lezkano, la receta radica en "seguir trabajando y entrenando".

En el plano individual, Costello es consciente de que también puede dar mucho más al equipo. Cuestionado por su falta de confianza ante el aro rival, subrayó que "Jayson, Simone y los chicos del equipo me animan a tirar porque saben que puedo tirar, así que continuaré haciendo eso".

Tras advertir que el Mónaco, próximo rival azulgrana en la Euroliga, atesora "mucho talento e individualmente cuenta con muchos jugadores que pueden anotar", el de Michigan abogó por que el Baskonia busque "tiros abiertos" porque, precisó, "tenemos grandes tiradores y yo creo que podremos sacar el partido del viernes".

Por último, valoró como algo muy positivo la vuelta del público al Buesa Arena. "Tener el apoyo de la gente es increíble. Cuando el árbitro pita algo mal, los fans se lo hacen saber en vez de que nosotros se lo tengamos que decir. Es genial tenerlos de vuelta en el pabellón, dan vida al juego otra vez. Ha sido muy aburrido durante un año. Es como jugar en un parque sin público", concluyó.