Luis Scola ha hecho historia la pasada madrugada en el amargo partido que ha disputado Argentina ante Eslovenia para abrir los que están siendo quintos Juegos Olímpicos de su memorable carrera, saldado con una inapelable derrota de los albicelestes por un claro marcador (100-118).

El extraterrestre Luka Doncic ha amargado la existencia a Scola, Vildoza, Garino y compañía con una exhibición histórica (48 puntos y 11 rebotes), pero quien se mantiene como uno de los grandes iconos del Baskonia ha alimentado un poco más su interminable leyenda.

De hecho, Scola se ha convertido en el cuarto anotador histórico de este glamuroso evento y ya totaliza un total de 548 puntos gracias a los 23 conseguidos frente a una aspirante a todo en Tokio como Eslovenia.

Scola, que busca en tierras niponas su tercer metal olímpico tras el oro en Atenas (2004) y el bronce en Beijing (2008), ha superado al brasileño Wlamir Marques, que tenía 537, y se coloca por detrás de otro animal competitivo como Pau Gasol (632), el australiano Andrew Gaze (789) y la metralleta brasileña Oscar Schmidt Becerra (1093).

El bonaerense también ha hecho historia al ser el primer jugador que disputa unos Juegos Olímpicos con 41 años, algo que también ha conseguido este mediodía Pau Gasol en el partido que ha enfrentado a España ante Japón.

Independientemente de lo que suceda en Tokio, está claro que el actual jugador de Varese se mantiene como el principal referente de la irrepetible Generación Dorada del baloncesto argentino.

Scola no ha aclarado si estos Juegos serán su último baile como baloncestista profesional ya que en vísperas de viajar a Tokio abrió la puerta a la posibilidad de seguir jugando un año más. De momento, viendo sus evoluciones sobre la cancha y su ambición queda claro que todavía puede tener algo de cuerda si las lesiones le respetan. Además de dos medallas olímpicos, Scola también tiene en su haber una plata en el Mundial de Indianápolis de 2002.