- Milwaukee Bucks se impuso la pasada madrugada a Atlanta Hawks (107-118) en el sexto partido de la serie definitiva de la Conferencia Este en el State Farm Arena (4-2) y disputará las Finales de la NBA, en donde se medirá con Phoenix Suns.

Pese a la baja del lesionado Giannis Antetokounmpo en los dos últimos encuentros, los Bucks se mostraron dominadores y sellaron su merecido pase a las Finales, las primeras en 47 años (1974) y en la que tratará de conquistar su segundo anillo tras el logrado en 1971 de la mano de Kareem Abdul-Jabbar, entonces conocido como Lew Alcindor.

De nuevo sin el estelar pívot griego, lesionado en la rodilla izquierda, Khris Middleton tomó su testigo para comandar el ataque de los de Mike Budenholzer con 32 puntos y un magistral segundo tiempo. A la gran labor del alero de Charleston le acompañó la de Jrue Holiday, que rozó el triple-doble con 27 puntos, 9 rebotes y 9 asistencias.

El base estrella de los Hawks, Trae Young, que volvió a jugar tras perderse los dos partidos anteriores por una lesión en el tobillo, no pudo repetir la actuación de otros partidos y empujar a los de Atlanta a la victoria.

El encuentro se rompió en un espectacular tercer cuarto de los visitantes, que anotaron 23 tantos en poco más de 10 minutos, lanzando 8 de 10 de campo y dejando a Atlanta 20 puntos abajo en el marcador. Trae Young quedó cerca del doble-doble (14 puntos y 9 rebotes), mientras que Cam Reddish (21) fue el máximo anotador de la franquicia local.

En el último cuarto, los Hawks encontraron alivio en los triples del italiano Danilo Gallinari, Kevin Huerter y Reddish. A falta de cinco minutos, los de Atlanta recortaron la distancia a diez puntos, 97-107. Los Bucks empezaron a notar la presión del State Farm Arena de Atlanta pero al anfitrión se le acabó el tiempo.

A dos minutos para el final, la diferencia era de ocho puntos, 103-111. Pero eso fue el máximo que los Hawks pudieron alcanzar. McMillan arrojó entonces la toalla y quitó de la pista a los titulares. Las Finales de la NBA comenzarán la madrugada del martes al miércoles a las 3.00 hora peninsular española en Arizona, debido a que Phoenix ganó cinco partidos más en la fase regular, un dato que le garantiza el factor cancha a favor.