El TD Systems Baskonia volvió a dar ayer una lección de sacrificio, pelea y orgullo ante uno de los equipos más talentosos de la Euroliga y gran candidato a llevarse el título junto al Barcelona. El conjunto gasteiztarra tuvo que hacer frente ayer a un intratable Shane Larkin y a buenas actuaciones de Sanli, Simon y Micic, además de a las trabas que supusieron las decisiones arbitrales en el tramo decisivo del encuentro. A pesar de ello, los de Dusko Ivanovic no perdieron la fe en ningún momento y forzaron la prórroga con un triple sobre la bocina cuando todo parecía perdido. Por desgracia, el esfuerzo terminó haciendo mella en la prórroga y las piernas no acompañaron al hambre de victoria azulgrana.
El primer escollo que tuvo que superar el cuadro local fue la ventaja de 15 puntos que el Efes logró amasar en el ecuador del segundo cuarto. El equipo turco, sobrado de talento ofensivo, puso el 21-36 en el electrónico gracias a un parcial 0-9 y el guión empezaba a parecerse al de muchos de sus encuentros en esta Euroliga, en los que una vez que ponen la velocidad de crucero son difíciles de frenar. Sin embargo, gracias a un quinteto sin pívot -recurso cada vez más utilizado por Dusko-, los gasteiztarras trastocaron los planes de su rival, que empezó a tener que sudar más las canastas y concedió un parcial de 18-4.
El cuadro local parecía haber encontrado la fórmula de la victoria, pero con un tiempo muerto en el minuto 25 Ataman logró enchufar a Shane Larkin con una reprimenda que retumbó en el pabellón. La bestia despertó de su letargo y comenzó a taladrar el muro baskonista a base de cambios de velocidad y triples imposibles. Su aparición obligó al Baskonia a exprimirse todavía más. Henry aceptó el reto y le propuso una asfixiante defensa al exterior exbaskonista, Polonara y Sedekerskis no se amilanaron ante la altura y superioridad física de Sanli y Dunston, Giedraitis y Vildoza pelearon cada balón como perros de presa y Peters corrió de un lado para otro de la pista como nunca.
A base de pundonor y entrega, el Baskonia llegó a colocarse 80-76 en el tramo final de partido. Si el daño que estaba causando Larkin no era suficiente, los colegiados tomaron varias decisiones polémicas, todas ellas favorables al Efes, que propiciaron la reacción turca. Una posesión que le correspondía al Baskonia y se la dieron al rival, un dudoso tapón ilegal de Polonara, una posible falta en ataque de Larkin a Henry que los colegiados no vieron, cinco segundos en un saque de banda que no se atrevieron a sancionar... A pesar de todo, los alaveses se repusieron forzando la prórroga con un triple de Vildoza. En el tiempo extra, al cuadro azulgrana se le agotó la reserva de combustible y no fue capaz rematar la faena. Eso sí, poco se pudo reprochar a los de Ivanovic, que se dejaron la piel en el parqué.