A estas alturas no existe ninguna duda ya de que no hay ningún jugador capaz, por sí solo, de llevar a un equipo a la conquista de un título. Sin embargo, resulta igualmente incuestionable que a pesar de que son las plantillas en su conjunto las que catapultan a los éxitos hay elementos cuya incidencia es muy significativa. Tanto en la vertiente positiva cuando se encuentran sobre el parqué como en la negativa si no pueden aportar su talento. Una experiencia que está viviendo en primera persona el próximo adversario del Baskonia.

El Armani Milán no ha podido contar en sus tres últimos compromisos con Malcolm Delaney y la ausencia del director de juego estadounidense -que tiene dañada su rodilla izquierda y tampoco estará presente mañana en el Buesa Arena- se ha dejado sentir de manera significativa en las comparecencias del conjunto de Ettore Messina.

Especialmente, claro está, en la parcela donde el talento resulta más desequilibrante. Estos es, en el juego ofensivo. Con su notable lanzamiento y su capacidad para ejecutar con éxito unos contra unos en los que atrae prácticamente a toda la defensa rival sobre él, el menudo jugador estadounidense ejercía un papel de desatascador muy importante. Es cierto que los 10,9 puntos de media que presenta esta temporada en la Euroliga no le convierten en el principal anotador del Armani pero no lo es menos que de que pasasen o no por sus manos dependía en muchos momentos las opciones de éxito de los ataques transalpinos. Con su ausencia, el próximo rival del TD Systems ha perdido a una de sus grandes referencias cuando la pelota quema.

El ejemplo más evidente de esta circunstancia tuvo lugar la pasada semana, en la última jornada de la Euroliga disputada hasta el momento. En ella, el plantel de Ettore Messina recibió en su propio feudo al Barcelona y el actual líder de la clasificación hurgó con saña en la herida milanista. De esta manera la defensa impuesta este curso por Sarunas Jasikevicius -capaz casi siempre de dar una vuelta de tuerca más a la asfixia sobre su oponente- consiguió secar casi por completo las vías de anotación del Armani. El resultado final no deja lugar a la más mínima duda.

El Barça se llevó una cómoda victoria (56-72) dejando a su oponente en la anotación más baja de todo el ejercicio. Apenas 56 puntos en unos cuarenta minutos en los que el equipo transalpino echó mucho de menos la aportación de Delaney. El modelo de la actuación culé puede servir de perfecto ejemplo para el difícil reto que debe afrontar mañana el Baskonia. La escuadra vitoriana necesita la victoria para mantener vivo el sueño de colarse en el Top 8 Top 8y sin duda una de las mejores maneras de acercarse a ella es impedir que su adversario encuentre la canasta con facilidad. Sin el recurso de Delaney los de Messina cuentan con menos alternativas en ataque y el TD Systems está obligado a bloquearlas lo máximo posible.

56

Puntos pudo anotar únicamente el Armani Milán en su último encuentro de la Euroliga ante el Barcelona. El combinado catalán le sometió a una asfixiante defensa ante la que la escuadra transalpina, sin poder contar con la notable actuación de Delaney, se estrelló una y otra vez. Los de Messina promedian 81 puntos anotados por encuentro pero en los partidos que se ha perdido el americano la anotación del cuadro transalpino se ha reducido de manera significativa.