- El TD Systems Baskonia llevaba tres partidos desorientado, perdido, y una de las principales causas de ello era el rendimiento de sus dos bases principales, Henry y Vildoza, que no encontraron inspiración contra el Alba Berlín, el Valencia Basket y el Asvel. Los directores de juego azulgranas, responsables de muchos de los triunfos del equipo esta temporada e indudables piezas clave en la rotación del equipo, estuvieron faltos de energía, atascados en anotación y erráticos a la hora de organizar el ataque gasteiztarra.

Especialmente notable había sido el bajón de Henry, que después de encadenar varios partidos estelares y erigirse como uno de los héroes de la victoria contra el CSKA de Moscú, volvió al territorio de los mortales y no tuvo capacidad de marcar diferencias, puede que fruto del cansancio por la enorme cantidad de minutos acumulada. En los tres últimos choques sumó 6 puntos contra el Alba, 2 contra el Valencia y 8 contra el Asvel. 16 puntos en total, lejos de las cifras que estaba registrando con asiduidad. Además, se le notó más apático en defensa y cometió errores en el pase y en el bote impropios de un jugador de sus cualidades técnicas.

Ayer, sin embargo, se pudo ver al mejor Henry, al que encandila a los amantes del baloncesto. De hecho, partió de titular y lo que puso sobre el parqué le gustó tanto a Ivanovic que lo mantuvo en pista hasta mediados del segundo cuarto. Pierriá fue una pesadilla para los exteriores lituanos, les asfixió con su omnipresencia en defensa, robó balones y, además, estuvo excelente en el tiro desde todos los rincones de la cancha, con tres aciertos desde la línea de 6,75. Fue uno de los que lideró la reacción del Baskonia tras el 0-6 inicial y se fue hasta los 19 puntos, más de los anotados en los tres últimos partidos juntos.

Luca Vildoza, por su parte, solo tuvo un rival ayer: él mismo. El base argentino volvió a dar muestras de su enorme calidad y protagonizó un partido muy completo. Los bases rivales no supieron cómo pararlo y dio un recital de lanzamiento exterior en el segundo cuarto. En defensa robó nada menos que cinco balones y se fue hasta los 14 puntos. Todo ello a pesar del dolor de espalda que lleva arrastrando varios partidos y que ayer, una vez más, le mantuvo incómodo todo el duelo, llevándose constántemente la mano a la zona lumbar. A pesar de su buena actuación, es evidente que no está en plenitud física y eso es un motivo de preocupación, ya que el equipo necesita al Vildoza inspirado de ayer.

Los dos directores de juego azulgranas dieron un recital de baloncesto, pero no estuvieron exentos de cometer algunos errores en el pase y pérdidas incomprensibles como las de los últimos encuentros, que permitieron que el Zalgiris se acercara a seis puntos cuando el partido parecía encarrilado. Son fallos que no deben suceder, pero que, en un partido con final feliz, se perdonan a los genios.

El estadounidense anotó ayer más puntos que en los últimos tres duelos juntos y el argentino estuvo entonado a pesar de su merma física

Con ambos directores ofreciendo lo mejor de su repertorio, el TD Systems es un conjunto más reconocible y voraz ante el aro rival