- Una hora antes del salto inicial, el CSKA notificó a través de sus redes sociales que Mike James causaría baja en el reciente partido de Euroliga ante el TD Systems Baskonia. Dado que en su escueta información no precisaba ningún dato más, todo el mundo imaginó en primera instancia que el base estadounidense no se vería las caras con su antiguo equipo debido a alguna molestia física de poca consideración.
Transcurridas 24 horas, ayer trascendió que los motivos reales de su ausencia no fueron algún tipo de lesión, sino disciplinarios. Algo que, desde luego, no deja en buen lugar a un jugador de aires díscolos que empieza a ganarse la fama de problemático en el vestuario.
Si bien tanto Dimitris Itoudis como el presidente Andrey Vatutin se han negado a admitir en público los hechos aludiendo a que es un asunto interno, James ha sido apartado momentáneamente de la disciplina moscovita. Al parecer, una agria discusión entre el director de juego nacido en Portland y el técnico griego en el entrenamiento del martes, es decir justo un día después de la derrota del CSKA ante el Khimki en la VTB League, precipitó todos los acontecimientos.
Está por ver ahora cuánto tiempo se prolonga el castigo a James y cuál es la actitud que tomará el CSKA respecto a la situación contractual de un jugador renovado hace meses a golpe de talonario hasta junio de 2023. El estadounidense recaló en Moscú en el verano de 2019 poco después de que Ettore Messina le comunicara que no contaba con sus servicios para su nuevo proyecto en el Armani Milan. El preparador italiano prefirió contar al frente del timón con Sergio Rodríguez y Shelvin Mack, si bien este último -flamante fichaje del Panathinaikos por dos meses- sería cortado a los pocos meses en tierras lombardos por bajo rendimiento.
James, que promedia 16,4 puntos y 5,3 asistencias en esta Euroliga, ni siquiera presenció en directo en el Megasport Arena la agónica victoria del CSKA ante el Baskonia. En su ausencia, el todoterreno Hackett acaparó con acierto casi todo el protagonismo en la dirección e Itoudis apostó durante muchos minutos por el joven Khomenko. El polivalente Clyburn también se encargó de subir el balón al campo contrario en algún tramo de un encuentro con un final aciago para los alaveses, a la postre con la miel en los labios tras completar una meritoria reacción a partir del 79-64 del minuto 35.