- Ya ha surgido la primera voz crítica en el seno de la Euroliga que discrepa con el peligroso rumbo de los acontecimientos y pide un alto en un camino repleto de obstáculos. Además, no es un cualquiera quien acaba de reclamar algo de sentido común para evitar que otros intereses, principalmente económicos, prevalezcan en estos difíciles momentos encima de la mesa de todos los grandes de Europa.

Ettore Messina, técnico del Armani, publicó ayer una carta en la que básicamente propone suspender la Euroliga hasta marzo del 2021 y que hasta entonces se disputen los torneos domésticos. Una idea que difícilmente aceptarán los representantes de las principales ligas europeas, sobre todo la ACB, que este jueves se reúnen con la plana mayor de la Euroliga con el fin de intentar armonizar un calendario a todas luces incompatible con el coronavirus.

En un contexto cada vez más delicado debido a los estragos causados por la pandemia, con infinidad de partidos obligados a aplazarse ante la proliferación de positivos y otros completamente adulterados por las bajas que presentan algunos equipos, el italiano envió una misiva con argumentos cargados de peso. En ella solicita básicamente a los directivos de la FIBA, la Euroliga y la ULEB que “dejen de lado las diferentes opiniones que les han separado en el pasado reciente” y se dediquen a tender puentes en lugar de derribarlos.

“Estamos viviendo un periodo muy serio y complicado. Los gobiernos de muchos países europeos han tomado decisiones basadas en el cierre de las distintas comunidades, o partes de ellas, para protegernos del virus. Cada semana tenemos más jugadores o entrenadores o socios del club que dan positivo en las pruebas, cada vez se aplazan más partidos, en cada país o en las competiciones internacionales”, esgrime Messina al inicio de la carta.

La falta de fechas libres para reajustar los partidos en un calendario ya de por sí sobrecargado preocupa a todos los estamentos del baloncesto, que protagonizarán un cónclave telemático el jueves destinado a frenar esta locura. Y es que, a juicio del preparador de Catania, la situación se ha tornado insostenible. “Las dificultades para viajar internacionalmente están aumentando los graves problemas de salud para los equipos y árbitros. Pronto no habrá fechas disponibles para jugar los partidos que se han pospuesto. Los resultados deportivos dependerán cada vez más de quién tenga más suerte, enfrentando menos contagios en su equipo en comparación con otros”, recuerda Messina. Dicha aspiración tiene nulos visos de hacerse realidad, en parte porque las ligas nacionales se sienten menospreciadas los últimos años por la Euroliga y difícilmente clubes que no compiten fuera de sus fronteras aceptarán de buen grado vivir un final de campaña tan madrugador.

La única opción de que todo llegue a buen puerto, según el responsable del Armani, reside en “suspender las competiciones europeas y permitir que las ligas nacionales terminen su temporada en los próximos cuatro meses, ya que viajar dentro del país será más fácil”. Por último, Messina aclara que, “después de eso, tal vez a partir de marzo o abril, todos los torneos internacionales se pueden terminar con suerte en tiempos de preparación para los Juegos Olímpicos”.