- Principio y final. Esas fueron las virtudes fundamentales que mostró ayer el TD Systems Baskonia y que le permitieron sumar la segunda victoria de la pretemporada a costa del Estudiantes. Especialmente, la notable reacción protagonizada en el último acto del choque para darle la vuelta a un marcador que había tenido claramente en contra durante gran parte de los cuarenta minutos y que definitivamente logró poner de su lado apoyándose principalmente en el buen hacer del trío compuesto por Peters, Giedraitis y Polonara.

Hasta entonces, había completado una actuación bastante gris en la que la falta de acierto ante el aro contrario había sido su principal lastre. Y eso que el duelo había arrancado de cara para el plantel de Dusko Ivanovic, que en el primer cuarto consiguió imponer su ritmo y llevar la iniciativa en el marcador. Con la intensidad defensiva una vez más por bandera el cuadro azulgrana cortocircuitó el juego estudiantil y consiguió anotar con relativa facilidad. Una dinámica positiva que le llevó a cerrar ese parcial con ocho puntos de ventaja (20-28).

El escenario cambió por completo al regreso de la primera pausa. La clarividencia exhibida hasta entonces por la escuadra de Zurbano desapareció como por arte de magia y oscuros nubarrores aparecieron en el horizonte. Una y otra vez el TD Systems se estrellaba contra un muro invisible que le impedía acercarse con acierto a la canasta local. Como consecuencia, su casillero se sometió a una rigurosa dieta (solo anotó 16 puntos) mientras que, por el contrario, su adversario encontraba la llave para abrir sin problemas la defensa vitoriana.

Así, lo que era una esperanzora renta a la conclusión de los primeros diez minutos se transformó en una desventaja de seis puntos (50-44) al descanso tras encajar un demoledor parcial de 30-16. El paso por los vestuarios no sirvió para que el Baskonia diera con la fórmula de reencontrarse con la anotación pero, al menos, sí permitió a los discípulos de Dusko Ivanovic recuperar la eficiencia defensiva.

De este modo el tercer cuarto de la contienda fue un perfecto ejemplo del trabajo de pico y pala. Nada vistoso, con muchos más errores que aciertos pero generador de un notable desgaste que terminó ofreciendo sus frutos en el epílogo. Un pobre 14-13 que mantuvo la situación prácticamente igual fue el raquítico resultado de estos diez minutos. Así pues, el Baskonia arrancó los últimos y decisivos siete abajo (64-57).

Y ahí, una vez más, entraron en escena el carácter y el espíritu competitivo de este grupo. Pese a no mostrar un baloncesto ni mucho menos redondo el Baskonia fue poco a poco mordiendo la renta estudiantil. Ivanovic apostó por un juego interior con dos cuatros (Polonara y Peters) y la prueba funcionó. Ambos, junto a Giedraitis, se convirtieron con su acierto en los ejecutores de un Estudiantes que no tuvo más opción que bajar los brazos.

Al margen de la victoria, el encuentro dejó también la buena noticia del debut de Deagic y el regreso de Vildoza. El argentino actuó con una máscara protectora pero estuvo en pista más de media hora sin problemas. El esloveno, por su parte, disputó su primer compromiso de la pretemporada (22 minutos) tras perderse los dos anteriores por molestias. Hoy el Baskonia se mide al Real Madrid.

MOVISTAR ESTUDIANTES Arroyo (2), Jackson (6), Avramovic (24), Alderete, Arteaga (8) -quinteto inicial-, Brown (21), Cvetkovic (4), Vicedo (2), Djurisic (9), Sola (2), Levy y Domínguez.

TD SYSTEMS BASKONIA Henry (4), Raieste, Giedraitis (19), Polonara (13), Jekiri (6) -quinteto inicial-, Vildoza (6), Peters (22), Dragic, Carrington (3), Ilimane (6) y Sedekerskis (3).

Parciales 20-28, 30-16, 14-13 y 14-25.

Árbitros Pérez, Aranzana y Garvin. Sin eliminados.

Pabellón Magariños.