- Después de rubricar el martes una jornada repleta de despedidas con la confirmación oficial de las salidas del equipo de Matt Janning, Micheal Eric, Ajdin Penava, Lautaro López, el segundo entrenador José María Berrocal y el preparador físico Luka Svilar, el Kirolbet Baskonia dedicó el día de ayer a colocar uno de los pilares sobre los que se cimentará la obligada reconstrucción de la escuadra que acaba de proclamarse campeona de la Liga ACB. Para ello, anunció la renovación hasta el año 2023 de Ilimane Diop, una pieza clave en el reciente éxito azulgrana que, con esta ampliación, cumplirá una década en el primer equipo.

El pívot nacido en Dakar en 1995 es el último producto de la cantera que ha conseguido labrarse una trayectoria importante en la élite. Tras llegar a Vitoria en 2010, desde el ejercicio 2013-14 forma parte de la primera plantilla y poco a poco ha conseguido ir aumentando su grado de relevancia. Durante esta última temporada ha pasado por momentos complicados en los que su presencia sobre el parqué se redujo de manera drástica en beneficio de Eric y Fall pero, a la hora de la verdad, ha sido el cinco más consistente. De hecho, su aportación en la fase final disputada en Valencia resultó determinante para que el Baskonia se reencontrara con los títulos una década después.

Con la intensidad y el trabajo defensivo como principales argumentos, Ilimane acostumbra a aportar un plus al grupo del que salen beneficiados el resto de sus compañeros. Con él en cancha la defensa azulgrana se vuelve prácticamente inexpugnable y el casi siempre letal contraataque se convierte en un arma mucho más habitual. Además, en los últimos tiempos ha añadido a su repertorio ofensivo un tiro exterior más que aceptable para sus condiciones que le convierte en más complicados de parar para sus pares. Claro que el interior senegalés -con nacionalidad española- todavía tiene varios debes que continuar puliendo. Uno evidente son los problemas con las faltas personales que le han perseguido durante toda su carrera. Un problema que en no pocas ocasiones está directamente relacionado con las desconexiones mentales que a veces sufre. Por otro lado, su juego en ataque, especialmente de espaldas al aro, todavía tiene un importante margen de mejora.

Puesto todo ello en la balanza, en cualquier caso, la continuidad de Ilimane Diop se antoja una excelente noticia para el Kirolbet Baskonia. Y es que pese a su vasta experiencia todavía cuenta únicamente con 25 años, una edad en la que los pívots suelen comenzar a ofrecer su mejor rendimiento. Además, su condición de cupo le convierte en una pieza codiciada en el mercado español y libera a la entidad de Zurbano de una de sus habituales preocupaciones.

Tras concluir el contrato de larga duración que había suscrito con el Baskonia en su juventud, Ilimane podía explorar el mercado sin ataduras este verano. Sin embargo, ha preferido apostar por la estabilidad y continuar en una casa que conoce a la perfección y en la que, tras la salida inminente de Toko Shengelia, será el jugador con más años de experiencia en el vestuario. De esta manera, aceptó la oferta de tres temporadas que le trasladó el club nada más levantar el título de Liga.

Por delante se le plantea el enorme desafío de continuar creciendo a las órdenes de Dusko Ivanovic. Un entrenador exigente al máximo pero que ha ofrecido sobradas muestras a lo largo de su dilatada carrera de su capacidad para revalorizar extraordinariamente a jugadores jóvenes con hambre y ganas de darlo todo. Un objetivo del que, sin duda, también se beneficiaría el Baskonia.

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Ilimane Diop es ya uno de los baskonistas con más partidos disputados, una cifra que continuará aumentando los tres próximos cursos.