- Una Euroliga desierta que quedará en los anales de la historia prácticamente como si no se hubiese disputado. En un torneo en lo que prácticamente único importante es la identidad del campeón, dicho espacio quedará en blanco. Ayer se esperaba una matinal con una votación de los clubes que decidiese el futuro de la competición y con movimientos en las últimas horas que se encaminaban hacia su reanudación, pero fue la propia organización, con su presidente Jordi Bertomeu a la cabeza, la que se encargó de cortar de raíz esa opción que comenzaba ya a vislumbrarse como bastante probable. El propio director ejecutivo fue quien abrió la reunión con la propuesta de la cancelación definitiva de la competición -también de la Eurocup- y los once clubes con derecho a voto -los accionistas del torneo, entre ellos el Baskonia- asintieron sin apenas disensiones a esta propuesta que deja en blanco la temporada 2019-20, que será recordada para siempre como la que el coronavirus se llevó por delante.
"Sin lugar a dudas, esta es la decisión más difícil que hemos tenido que tomar en nuestros veinte años de historia. Debido a razones fuera de nuestro control, nos hemos visto obligados a interrumpir la temporada más exitosa y emocionante en la historia del baloncesto europeo. Esta decisión llega después de dos meses y medio en los que todos los interesados mantuvieron su determinación y agotaron todas las vías posibles para tratar de ofrecer una temporada completa y única a nuestros aficionados, cuya pasión es la fuerza impulsora de todos nuestros esfuerzos. Ese es nuestro compromiso cada temporada y, por lo tanto, quedarnos cortos debido a fuerzas más allá del control de nadie es lo que más nos entristece. Sin embargo, los datos récord que muestran lo mucho que nuestros seguidores disfrutaron los partidos hasta la fecha nos dan más energía que nunca para comenzar a planificar un evento mejor temporada 2020-21", reseñó Bertomeu.
Desde que el pasado 12 de marzo se suspendió la competición, desde la organización comenzaron a buscarse fórmulas para terminar la presente campaña. La solución ideada fue una resolución mediante un torneo de concentración en sede única para determinar el campeón con un formato bastante distinto al original entre el 4 y el 26 de julio, pero en las últimas semanas no se han conseguido las condiciones de seguridad mínima necesarias -entre otras muchos argumentos, los jugadores se habían mostrado mayoritariamente en contra de volver a jugar y su propio sindicato, ELPA, así lo manifestó antes de que la cancelación se convirtiese en definitiva- para reemprender el curso, lo que condujo a Bertomeu a poner ayer sobre la mesa una cancelación definitiva incluso antes de que los clubes pudiesen votar su propio futuro tal y como se esperaba.
En su comunicado, la Euroliga defendía su decisión alegando a la prioridad de defender la salud de los jugadores, las dificultades existentes para que todos los equipos disfrutasen de una fase de entrenamientos óptima para volver a la competición, las restricciones de movimientos de ciudadanos impuestas por cada país, el riesgo de contagios e incremento de lesiones y también el perjuicio de cara a la siguiente temporada que supondría dilatar más allá de julio la resolución de la actual o buscar un formato final con menos equipos.
"Obviamente, tuvimos muchas motivaciones para reanudar la temporada 2019-20, pero en una situación tan excepcional, tenemos que poner la salud de las personas primero y por encima de cualquier otro interés: nuestros jugadores, nuestros entrenadores, nuestros árbitros, nuestros clubes, su personal , nuestro personal de la liga, nuestros locutores y todas sus familias. Al hacerlo, nos mantenemos fieles a nuestras creencias y lo que defendemos", aseveró Bertomeu.
Aunque el presidente de la Euroliga aseguró que en este caso todos los implicados son "perdedores y ningún equipo pierde más que otro", lo cierto es que la cancelación definitiva deja un regusto amargo entre los aspirantes al título -el ejemplo más claro lo representa un Efes que estaba protagonizando una campaña extraordinaria-, mientras que la decisión de mantener los mismos participantes de cara a la próxima temporada ha alegrado a los agraciados y no ha sido tan bien asumida por quienes ven cerradas las puertas de la principal competición continental.
La competición ya trabaja de cara al regreso la próxima temporada y uno de los primeros pasos será evaluar el grave daño económico de la cancelación. Los ingresos de los clubes se verán reducidos en muchos apartados de manera considerable -los jugadores cobrarán el 80% de sus sueldos- y esa afección se trasladará al próximo curso con bajadas importantes en los presupuestos. Además, se trabaja en la implementación de medidas para una mayor seguridad.
Decisión. El presidente de la Euroliga, Jordi Bertomeu, propuso a los once clubes propietarios de la competición la cancelación definitiva de la temporada 2019-20 sin campeón. Dicha propuesta fue aprobada mayoritariamente.
Razones. Desde la organización se ve imposible retomar la competición en julio por diversas razones: la amenaza latente de los posibles contagios, la casuística legal de los diferentes países implicados a la hora de retomar los entrenamientos, la restricción de movimientos internacionales, el poco espacio temporal para la vuelta a la competición en buenas condiciones físicas o el riesgo de lesiones son las principales.
Próxima temporada. La idea es arrancar la campaña 2020-21 el 1 de octubre y que repitan presencia en la Euroliga los mismos dieciocho clubes que han participado en la última edición: Baskonia, Real Madrid, Barcelona, Efes, Fenerbahce, Olympiacos, Panathinaikos, CSKA, Maccabi, Milan, Zalgiris, Bayern, Alba, Valencia, Khimki, Zenit, Estrella Roja y Villeurbanne.
"Sin lugar a dudas, ha sido la decisión más difícil en los veinte años de historia del torneo"
"No hay un equipo que pierda más que otro; en esta temporada, todos somos perdedores"
"La mayoría de los jugadores dijeron que no iban a estar físicamente preparados para la competición"
"Es muy pronto para hacer una evaluación económica del impacto de la crisis en los clubes"
Presidente de la Euroliga