los datos

Segundo que más tira. En los 18 partidos que ha jugado, la estrella rusa ha efectuado 298 lanzamientos (129 de dos y 169 de tres) con un 39% de acierto. Es decir, ejecuta casi diez triples por encuentro en esta Euroliga.

Asistente. Sus 5,72 pases de canasta de media a los compañeros no compensan, a menudo, un excesivo manoseo del balón y su individualismo.

faltas recibidas

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Es el quinto jugador en este apartado estadístico, superado por James (124), Larkin (107), Mirotic (96) y Shengelia (96). También es el tercero en tiros libres intentados con 107, de los cuales ha convertido 97.

Vitoria - El Baskonia necesita colocarse hoy una coraza de hierro si quiere sobrevivir al mayor bombardero de esta Euroliga y prolongar así sus cada vez más escasas esperanzas de alcanzar el Top 8. No en vano, aterriza en el Buesa Arena el exterior con mayor licencia de toda la competición para dar rienda suelta a su voracidad triplista. Casi diez lanzamientos desde la línea del 6,75 promedia en esta edición Alexey Shved, la estrella de un Khimki que desde hace años es reo de las genialidades y también de la anarquía de un base-escolta acostumbrado a gastar munición a mansalva en todos los partidos. Y no siempre para beneficio del irregular combinado ruso, cuyos resultados durante las últimas temporadas están siendo de lo más discretos y vuelve a estar fuera momentáneamente de las posiciones que dan acceso al cruce previo a la Final a Cuatro de Colonia.

Los números son significativos a la hora de explicar la ascendencia de Shved, el jugador que más triples ejecuta de la Euroliga con un acierto no excesivamente alto. En concreto, ha embocado 54 de sus 169 suspensiones, lo que arroja tan solo un 32% de efectividad. Sumados todos los tiros de campo, el exterior nacido en Belgorod ya ha realizado 298 lanzamientos, algo que equivale a una media de más de 16 por velada. Sus 5,72 asistencias de media no compensan, a menudo, su desmedido manoseo del balón ni la facilidad con la que desespera a sus compañeros, intrascendentes en la mayoría de los esquemas puestos en práctica por Rimas Kurtinaitis. Tan solo otro eléctrico base con la canasta entre ceja y ceja como Mike James (CSKA) se muestra ligeramente más individualista que él con 300 tiros desde que se dio el pistoletazo de salida a la Euroliga.

"Es uno de los jugadores más talentosos de Europa. No solo puede meter muchos puntos, sino también asistir. Posee una excelente visión de juego y hace todo bien", reconoció ayer Ivanovic cuando fue cuestionado por el gran peligro en las filas visitantes.

Peligro en el 'pick and roll' El Baskonia, por lo tanto, es consciente de que la victoria pasa ineludiblemente por frenar a un killer que, en muchas ocasiones, tiende a salirse del partido y hacer un flaco favor a la estabilidad del Khimki cuando carece de confianza ante el aro rival. El ruso es el equipo más anotador de esta edición continental, pero también el que más recibe con una tibieza impropia de alguien que desea inmiscuirse entre el selecto grupo de elegidos. Esa falta de rigor e intensidad puede jugar a favor del conjunto de Dusko Ivanovic, obligado a dar continuidad a su excelente actuación del pasado domingo ante el Real Madrid si quiere mantener viva la llama de un Top 8 cada vez más inviable.

El forastero de esta noche en el Buesa Arena empieza y acaba en Shved, pero ello no es óbice para perder de vista a otros integrantes susceptibles de causar un destrozo si están inspirados. En el partido de ida en el Mytishchi Arena, sin ir más lejos, Evans y Booker -dos pívots muy atléticos y saltarines que viven en el segundo piso- se convirtieron en una pesadilla gracias a su facilidad para anotar tras el bloqueo y continuación. Además, no se puede desdeñar la calidad y amenaza exterior de Timma, renacido en el cuadro afincado en la periferia de Moscú tras sus frustrantes experiencias en Vitoria y El Pireo donde fracasó sin paliativos.

La incógnita estriba en saber cuánto tiempo podrá seguir haciendo frente el Baskonia a los grandes del Viejo Continente con una rotación tan escuálida. Frente al Real Madrid únicamente actuaron ocho jugadores tras la determinación de Ivanovic de que ni Sergi García ni Ilimane Diop saltaran a la cancha del WiZink Center. Con tantos partidos comprimidos en muy poco tiempo y un calendario que no concede respiro, el cansancio físico y mental puede ir minando poco a poco al núcleo duro del técnico montenegrino, que no se distingue precisamente por regalar los minutos y morirá matando en su tercera etapa al frente del club azulgrana.