vitoria - Nueve Euroligas y un sinfín de títulos a sus espaldas durante una carrera jalonada de éxitos siempre pesan a la hora de tomar una decisión drástica. El entrenador es el eslabón más débil de la cadena cuando toca sacrificar alguna pieza en pos de la reacción. De no estar sentado en su banquillo una leyenda, seguro que el Fenerbahce habría prescindido hace tiempo de Zeljko Obradovic al comprobar la errática trayectoria del equipo turco, hundido en la clasificación y a dos victorias del Top 8 pese a disponer de uno de los mayores presupuestos.
Pese a esta evidencia, el genio de Cacak volverá a visitar mañana una vez más una cancha como el Buesa Arena que no le trae grandes recuerdos. Y es que el cuarto puesto de la pasada Final Four, celebrada en Vitoria, supuso un punto de inflexión negativo en la exitosa trayectoria de este insaciable depredador a la hora de izar títulos. Un Efes más fresco le privó de disputar la gran final ante el CSKA e hizo estéril la atroz dictadura del Fenerbahce en la fase regular. Unas semanas más tarde, el cuadro de Larkin, Micic y compañía también dejó a Zeljko sin la corona en la gran final de la liga turca.
Esta temporada tampoco está siendo muy fructífera para el inminente rival del Baskonia, que apenas ha sumado seis victorias en la primera vuelta y deberá mejorar de forma ostensible si quiere recortar la desventaja que le separa de la octava posición. Sin embargo, todavía no hay fisuras en el matrimonio entre el Fenerbahce y Obradovic, campeones de la Euroliga en 2017 y convencidos de que se necesitan mutuamente en un momento crítico como el actual. De hecho, el club turco ya ha salido al paso en más de una ocasión para ratificar al serbio y desmentir de raíz informaciones que apuntaban hacia una pérdida de confianza hacia la labor del técnico.
Lejos de quedarse con los brazos cruzados, incluso han decidido poner todos los medios a su alcance para empezar a remontar el vuelo en la segunda parte de la Euroliga. Y es que los grandes del Viejo Continente siempre pueden sacarse conejos de la chistera cuando las cosas vienen mal dadas.
dos fichajes de calidad Pese a que sus posibles problemas económicos se encuentran en boca de todo el mundo desde que el grupo Dogus dejase de ser su patrocinador principal en junio de 2018, el Fenerbahce ha cambiado con respecto al que se impuso al Baskonia el pasado 17 de octubre. En su día ya tiró de talonario para renovar a dos pilares indiscutibles como Jan Vesely y Kostas Sloukas. También se gastó lo que no está en los escritos para arrebatar al CSKA a un killer como Nando de Colo o reclutar al elegante Derrick Williams, sendos golpes de efecto para cubrir la marcha a la NBA de Marko Guduric o Nicolo Melli.
Ahora que su situación en la Euroliga es de lo más preocupante y sufre problemas de diversa consideración, Obradovic dispondrá de más medios en busca de la redención. Básicamente necesitaba un pívot ante la baja indefinida de Vesely, el esguince de tobillo de Duverioglu -duda para la cita de Vitoria- y el ostracismo de Lauvergne, apartado las últimas jornadas debido a su bajo rendimiento pero que ha declinado el interés del Partizan para seguir en Estambul. Pues bien, el elegido ha sido Malcolm Thomas, un cinco con pasado en el Khimki que había iniciado esta campaña en China.
El segundo movimiento del Fenerbahce ha sido de mayor impacto. Y es que James Nunnally también ha renunciado a su experiencia en tierras asiáticas para retornar al equipo con el que se proclamó campeón de la Euroliga en 2017. Tentado en más de una ocasión por el Baskonia en el pasado, se trata de un exterior todoterreno y capaz de sumar a ambos lados de la cancha que debutará mañana en el Buesa. - O. San Martín