Vitoria - El mercado baloncestístico tiene un orden comúnmente establecido que se repite un verano tras otro sin demasiadas variaciones en ese guión aceptado de antemano. Los primeros en moverse siempre son los más ricos o aquellos clubes que se encuentran en un escalafón más humilde. En ninguno de los dos cajones se puede meter a un Baskonia que, en todo caso, casi todas las temporadas acostumbra a tener un movimiento atado de antemano -el último ejemplo lo representa Shavon Shields- en una política de adelantarse a los grandes que siempre le ha resultado beneficiosa. Dicha cuestión no se ha producido en este zoco estival, en el que el club vitoriano se encuentra en estos momentos a la expectativa. El único movimiento de entrada que se ha producido ha sido la esperada incorporación de Youssoupha Fall tras haber estado cedido la pasada temporada y el resto de noticias que ha deparado el club vitoriano han estado relacionadas con las salidas. Mientras los grandes presupuestos del Viejo Continente eligen a las estrellas que les conduzcan hacia el título de la Euroliga -el Barcelona anunció ayer la incorporación de Nikola Mirotic por tres temporadas poniendo la guinda a un proyecto de una ambición inusitada, mientras que el Fenerbahce también dio su particular golpe de efecto con el fichaje de Nando de Colo-, en las oficinas del Buesa Arena se rastrea el mercado en busca de opciones de mucha menor envergadura económica y que vengan a paliar las carencias arrastradas de la pasada temporada y las provocadas por la marcha de varios jugadores muy importantes en la última plantilla.

El Barcelona ha entrado en el mercado con un dineral por delante y, a un equipo ya de por sí potente, ha añadido al citado Mirotic, además de a Cory Higgins y Brandon Davies, a los que tiene que unir todavía a Álex Abrines. Y habiendo renovado por el camino a Thomas Heurtel, Adam Hanga o Víctor Claver. Movimientos de un calibre económico inusitado y que han situado el foco del favoritismo de cara a la nueva temporada en la Ciudad Condal.

Al margen del fichaje de De Colo por el Fenerbahce, el resto de movimientos palidecen al lado de los realizados por el Barcelona. Eso sí, aún se esperan contrataciones de consideración, ya que el CSKA se encuentra en plena reconstrucción y pretende añadir nombres importantes a los ya llegados Johannes Voigtmann y Darrun Hilliard. En otro de los grandes, el Real Madrid, los únicos movimientos han sido en forma de renovación, mientras que otros clubes apenas se han adentrado en el mercado todavía (Peters al Efes; Motum al Valencia, Karasev al Khimki, Wolters al Maccabi...) o lo han hecho sin la opulencia de antaño, como los griegos Olympiacos (Paul, Koniaris y Punter) y Panathinaikos (Rice y Denmon). Mientras, Ettore Messina se encuentra analizando las necesidades de su nuevo proyecto en Milán, un club que tampoco se ha movido aún.

En este entorno, el Baskonia espera. Con la inminente marcha de Vincent Poirier a los Boston Celtics se cierra, salvo sorpresa, el capítulo de salidas de jugadores importantes. Y, a partir de ahí, toca regenerar el proyecto. Se necesita un base, un escolta, un ala-pívot y un pívot. Eso como mínimo. Además de resolver la cuestión de los cupos y decidir si, por fin, se amplia la plantilla más allá de las doce fichas para acometer con mayor seguridad el desgaste de una temporada muy cargada.

Fichaje para el filial Tras tramitar su solicitud para inscribirse la próxima temporada en la Liga EBA -a lo largo de la semana venidera debería confirmarse la presencia en esa competición-, el Baskonia se encuentra trabajando ya en la confección del proyecto de su filial y El Correo Gallego anunciaba en su edición de ayer que a la cantera azulgrana se incorporará Álex Harguindey (dos metros y juega de ala-pívot), que llega procedente del Rosalía y que compaginará el segundo equipo con el junior.