Vitoria - El Kirobet Baskonia vivió ayer un viaje a Estambul con peculiaridades, ya que en el camino sumó un nuevo expedicionario a sus mermadas huestes. En el aeropuerto de Madrid estaba esperando al equipo su nuevo componente, un Jalen Jones que recién aterrizado desde Estados Unidos y sin siquiera haber pisado antes Vitoria se subió de nuevo a un avión para estar disponible esta tarde en el encuentro que disputará el cuadro vitoriano contra el Darussafaka y en el que tratará de dar continuidad a su escalada de buenos resultados y asentarse entre los ocho primeros clasificados.

Vistas las circunstancias, con las lesiones que están cercenando al equipo, no sería de extrañar que el recién llegado disponga de sus primeros minutos hoy mismo en la cancha del Volkswagen Arena. Cierto es que apenas le ha dado ni siquiera tiempo a conocer los nombres de todos sus compañeros y ni mucho menos los sistemas de Velimir Perasovic, pero la necesidad de piezas es tan acuciante que podría apoyar a la batería interior, donde se va a encontrar principalmente su ocupación a pesar de que puede actuar también en el perímetro.

En todo caso, no va a ser Jalen Jones el encargado de llevar el peso de la responsabilidad ante el Darussafaka. Dicha labor recaerá en ese reducido ejército de apenas ocho piezas que ha conseguido sobreponerse a las lesiones de piezas determinantes del proyecto para firmar una remontada sensacional a la que se pretende dar continuidad en la enésima, y última, visita de la temporada a Estambul.

El Volswagen Arena representa el reto más accesible de la ruta por Turquía que está compuesta también por las visitas a Fenerbahce y Efes, ya que Daçka es el hermano pobre de los tres y el peor clasificado de la Euroliga. No obstante, bien haría el Baskonia en no caer en la autocomplacencia por su buen rendimiento reciente. El lastre del mal arranque del curso ha sido remediado, pero cada fallo puede costar muy caro en la carrera por acabar la fase regular entre los ocho primeros clasificados.