vitoria - El Baskonia es un club inquieto al que nunca le tiembla el pulso para mover el árbol en busca de una mejora. Desde hace tiempo, ha detectado algunas carencias en el perímetro y, por ello, no le ha importado dejar pasar la oportunidad de hacer un esfuerzo para retener a un cuatro aseado como Kevin Jones en aras de retornar al boceto de equipo que trazó el pasado verano. En él figuraba con letras mayúsculas un anotador compulsivo como Jordan McRae, pero para su desgracia y también la de todo el baskonismo el dos-tres estadounidense campeón de un anillo de la NBA con los Cavaliers no cuajó por una grave lesión de hombro.
Ese hueco continúa vacante en la plantilla que dirige actualmente Pedro Martínez pese a la renovación hasta el final de la temporada de Matt Janning y ahora se pretende rellenar después de que Jones haya sido invitado a hacer las maletas con el traslado de una oferta a todas luces insuficiente en cuanto a dinero y tiempo. Si bien cabía la opción de que el Baskonia acometiera un simple cambio de cromos -es decir, otro cuatro de mayores garantías en lugar del neoyorquino-, todo hace indicar que la entidad del Buesa Arena finalmente va a atacar el aterrizaje de un exterior destinado a elevar la munición del perímetro hasta el final del presente ejercicio.
La superpoblación de efectivos en esta parte del campo es evidente con hasta siete jugadores para tan solo tres puestos, pero ello no supone un hándicap para que el Baskonia quiera reforzarse con una pieza dotada de capacidad de desequilibrio en el uno contra uno y hábil a la hora de fabricarse sus propias canastas. Una virtud de la que hacen gala ahora mismo tan solo Beaubois y un Granger cada vez más desplazado al puesto de dos. El físico del uruguayo, eso sí, pende de un hilo con una bursitis en el tendón de Aquiles que no le permite competir al cien por cien.
confianza en malmanis En este sentido, el club vitoriano está dispuesto a darle una vuelta de tuerca a la voracidad ofensiva de una cuerda exterior donde Timma está rindiendo muy por debajo de lo esperado y Garino se limita al rol de especialista defensivo. El letón, reducido al lanzamiento triple pero al que le cuesta un mundo generarse canastas después del bote, no ha cubierto del todo las expectativas y ello también ha empujado a los rectores azulgranas a buscar más madera en la faceta anotadora.
Siendo lógica esta aspiración, el Baskonia también ha interiorizado que asume riesgos y puede perder algo de estabilidad y pujanza en el puesto de cuatro, que actualmente cojea más de lo debido tras el adiós de Jones. La promoción de Rinalds Malmanis, que ejerció como escudero de Toko Shengelia en la primera parte de la temporada hasta que un episodio de fascitis plantar le obligó a parar durante casi dos meses, será una realidad. Pese a la falta de experiencia el letón, cuya bisoñez y escasa presencia física pueden penalizarle especialmente en la Euroliga, existe plena confianza en su capacidad para descargar de minutos al georgiano.
En dicha demarcación, Pedro Martínez también podrá volver a reciclar puntualmente a Janis Timma o Johannes Voigtmann. De esta forma, se liberaría algo de espacio para que un infrautilizado Ilimane aumente su protagonismo en la pintura a la sombra de Poirier. El senegalés, incapaz de pulir sus conocidos defectos y al que su lesión en el dedo de una mano le sobrevino en el peor momento, parece no contar en exceso con la confianza del preparador catalán, al que la presencia de tres cincos puros en su roster le resulta complicado de manejar. En definitiva, la reestructuración bien avanzada la temporada ya está en marcha. Queda la duda de si el elegido en cuestión llegará a tiempo para convertirse en una inestimable ayuda de cara al asalto de la séptima Copa del Rey de la historia.