vitoria - De las muchas incógnitas que deberá despejar la directiva baskonista un verano más de cara a construir una plantilla competitiva, quizá sea el puesto de base el que más tarde se apuntale. Buena parte de las expectativas que haya en la nueva era de Pablo Prigioni radicarán en el timón azulgrana. Con el jovencísimo Vildoza por madurar y el lesionado Rafa Luz de comodín, el órdago de Querejeta pasa por renovar al cotizado Shane Larkin y confirmar el fichaje de Jayson Granger, formando así una dupla letal desde el puesto de uno.
Sin embargo, el caso del segundo puede alargarse de forma notable en el tiempo, ya que la entidad de Zurbano no tiene ninguna prisa por asegurarse oficialmente al charrúa. Granger se encuentra estos días realizando entrenamientos privados con algunas franquicias de la NBA, con la remota esperanza de hacerse un hueco en la todopoderosa liga norteamericana, algo que intentará hasta mediados de julio. En el -probable- caso de que esto no sucediera, no hay prisa en el Baskonia por trasladar formalmente la oferta al jugador, con el que ya habría acordado un contrato por dos temporadas. Esto se debe a que Granger, que militó la pasada temporada en el Efes de Perasovic, tendrá que atenerse al derecho de tanteo que el Unicaja posee sobre él, dado que fue el último equipo español que contó con el uruguayo en sus filas.
No obstante, al ejercerse dicho derecho hace ya dos temporadas, el Baskonia no posee el limitado periodo de 12 días que el resto de clubes deben cumplir de forma imperiosa a la hora de presentar ofertas por jugadores inscritos en el tanteo durante este curso, como lo son los azulgranas Shane Larkin o Adam Hanga.
Este holgado periodo de tiempo del que goza el club alavés podría resultar clave a la hora de se oficialice el fichaje de Granger. Y es que el Unicaja también necesita de un director más en su plantilla y apenas posee fondos para intentar retener al charrúa, tras el esfuerzo económico que tuvieron que hacer en Málaga para renovar al cotizado Nemanja Nedovic. Su presidente Eduardo García amenazó semanas atrás en las páginas de este periódico con igualar la propuesta que llegase desde el Buesa Arena, pero dichas afirmaciones parecieron más un brindis al sol para quedar bien ante su afición.
Jayson Granger, de 27 años y en la madurez de su carrera con un físico potente, es actualmente uno de los nombres propios en la agencia libre europea. Su astronómico salario en Turquía -un millones de euros anuales libres de impuestos- deja entrever que no aceptará ofertas mucho menores económicamente. Desde Vitoria se le han puesto números muy altos encima de la mesa teniendo en cuenta que atesora la vitola de jugador de formación.
El Baskonia, que posiblemente no iguale esas cifras turcas pero tampoco se queda tan atrás como el club malagueño, es el mejor posicionado para hacerse con los servicios de Granger. Para ello, presentará una oferta que las mermadas arcas malagueñas se verán casi seguro incapaces de igualar. Pero su aterrizaje en Vitoria podría alargarse previsiblemente varias semanas. Es decir, el tiempo que tarde el Unicaja en acometer la llegada de su tercer director de juego tras Nedovic y Alberto Díaz. Por lo tanto, toca armarse de paciencia para vislumbrar al Granger vestido con la elástica azulgrana. Esta vez, el Baskonia tiene el tiempo a su favor.