vitoria - Sito Alonso ya es historia en el Baskonia. Los negros presagios que se cernían respecto a su continuidad en el banquillo azulgrana se han confirmado. Como estaba cantado desde la eliminación liguera en el cuarto partido de la semifinal liguera ante el Valencia, el madrileño no será el encargado de pilotar la nave vitoriana a partir de la temporada 2017-18. Acabado el periodo para la reflexión y tras una decisión madurada a lo largo de meses para la que no había vuelta atrás, fue el propio presidente Josean Querejeta quien le comunicó su implacable veredicto en primera persona en una reunión que ambos mantuvieron de urgencia en el Buesa Arena. En cualquier caso, el técnico ya era consciente del pensamiento del dirigente de Lazkao y prueba de ello es que lleva tiempo en el mercado sopesando el interés de otros clubes, entre ellos el Barcelona, al que podría incorporarse en próximas fechas si cristaliza en breve un acuerdo para su marcha de la capital alavesa.

Sito Alonso tenía contrato garantizado para la próxima campaña en el Baskonia tras clasificar al equipo para el Top 8 de la Euroliga y las semifinales de la ACB. Así lo indicaba una cláusula del contrato que suscribió el pasado verano con la entidad del Buesa Arena, ese clásico 1+1 que Querejeta viene firmando de un tiempo a esta parte a todos los entrenadores para evitar onerosas indemnizaciones en caso de que la apuesta sea fallida. Sin embargo, el madrileño no cumplirá ese segundo año en el banquillo azulgrana tras la notificación del presidente.

Obviamente, Sito Alonso deberá ser indemnizado para romper ese vínculo y abrir la puerta a la llegada de un recambio para el que va cogiendo cada vez más peso la figura de Pablo Prigioni. Pese a su nula experiencia y no haber entrenado jamás a ningún equipo profesional tras su repentina retirada a primeros de este año, el que fuera base argentino es el mejor colocado para asumir las riendas una vez obtenga la titulación requerida al respecto. Se trata de una apuesta de altísimo riesgo y con más contras que pros a simple vista pero que figura en la mente del máximo dirigente del Baskonia para capitanear un siguiente proyecto que se está gestando a un ritmo vertiginoso. Otros técnicos que podían figurar como alternativas, casos de Dejan Radonjic o Giorgios Bartzokas, ni siquiera han recibido una llamada del Buesa Arena para tantear un posible desembarco en el club vitoriano.

Los resultados deportivos casi siempre suelen estar en un segundo plano ante la peculiar personalidad de un dirigente inflexible como Querejeta, para quien una victoria o una derrota puntual no son tan importantes como el grado de confianza que profese hacia la labor de un entrenador. En este sentido, Sito ha estado bajo sospecha y vivido en el alambre casi desde el primer día pese a los buenos resultados y el notable juego del equipo en ciertas fases del ejercicio. Pasara lo que pasara, aun habiendo conquistado algún título en la capital alavesa, anidaba la sensación de que su ciclo apenas duraría un año. Y finalmente así ha sido.

reproches claros La confianza en él se resquebrajó hace meses y era vox populi que Querejeta cortaría por lo sano a tenor de sus enormes dudas y la desconfianza que le generaba una figura muy cuestionada en todos los sentidos. No en vano, Sito estuvo al borde del despido en más de una ocasión. Desde las altas esferas azulgranas se le achacan muchas cosas. Entre ellas, la involución experimentada por un Baskonia cuyo epílogo ha sido decepcionante, la regresión de algunos jugadores sin ninguna clase de punch en los compases finales (Beaubois y Voigtmann), la controvertida gestión de una plantilla en la que Larkin o Hanga han asumido una desmedida cantidad de minutos, la debilidad mental exhibida en algunos desenlaces a cara o cruz y la anarquía acreditada en jornadas con excesiva tendencia a un juego individualista.

Todo ello ha pesado como una losa en contra de su continuidad y ha sido una bola cada vez más grande que ha derivado en un divorcio esperado. A partir de ahora se abre una nueva era para el banquillo azulgrana, que podría ser ocupado por Pablo Prigioni. Sin ninguna experiencia al más alto nivel, la figura del argentino es la principal alternativa que baraja en estos instantes Querejeta para dirigir la nave alavesa.