Vitoria - En el baloncesto moderno cada vez cuesta más trabajo encontrar espacios derca del aro y, como consecuencia, el lanzamiento desde la larga distancia se ha convertido en un recurso fundamental que conviene dominar. Claro que cuanto más lejos está el aro más complicado resulta sumar puntos. Encontrar el equilibrio que lleve a ejecutar los triples suficientes como para extraer una ventaja de ellos sin que se conviertan en una especie de loca apuesta a la ruleta rusa, suele ser uno de los grandes objetivos de cualquier entrenador antes del inicio de un encuentro pero no siempre se consigue. Más bien todo lo contrario. Sin embargo, en la noche de ayer el Baskonia dio con la fórmula magistral y ese acierto se convirtió en uno de los pilares fundamentales sobre los que construyó su victoria sobre el Tenerife. Txus Vidorreta tiró de su amplio repertorio de recursos tácticos para tratar de complicar al máximo los ataques azulgranas y, puestos a elegir, optó por conceder a los discípulos de Sito Alonso mayor espacio cuando se encontraban alejados del aro.

Lejos de amilanarse, el conjunto local aceptó el reto sin inmutarse y desde los primeros compases de la contienda demostró que no le temblaba la mano para acometer este desafío. A la conclusión de los cuarenta minutos pudo respirar satisfecho por haberso superado con holgura.

Porque lo cierto es que el lanzamiento triple sacó ayer al Baskonia de más de una situación comprometido. Y lo hizo, además, con un más que interesante reparto coral de la responsabilidad. Hasta seis integrantes de la plantilla de Sito Alonso convirtieron al menos un lanzamiento desde más allá de la línea de 6.75. Fueron en concreto Larkin, Beaubois, Hanga, Budinger, Tillie y Bargnani.

Por si fuera poco lo hicieron en un número importante y con un acierto más que notable. Nada menos que once triples convertidos de 24 intentados para firmar un porcentaje del 46% que se convirtió en una losa muy pesada para un Tenerife que no encontró la fórmula para menguar esta producción. Gracias a estos puntos consiguió el Baskonia equilibrar la batalla que perdió en la pintura (24 puntos locales por 42 visitantes en la zona) y mantener la iniciativa que le llevó hasta el triunfo final. Una victoria cimentada sobre el gran acierto de su batallón de francotiradores.