Rodrigue Beaubois no termina de asentarse como el killer que necesita el Baskonia para conseguir un salto cualitativo en su rendimiento. El escolta francés, devorado por la ansiedad y con brotes de individualismo, dio ayer otra vez la de arena en Andorra con una producción escasa. El mérito de una excelente victoria correspondió a otros compañeros más enchufados y con las ideas más claras, sobre todo en ataque, la faceta donde el exNBA se está convirtiendo en un elemento diferencia con cuentagotas en los últimos tiempos. Y nadie duda de que, a falta de pegada en la ofensiva, pierde prácticamente toda su esencia como baloncestista.
Devuelto por Sito Alonso al cinco inicial varias jornadas después, Beaubois desperdició una inmejorable oportunidad para recuperar su crédito. Incapaz de levantar la cabeza cada vez que recibe el balón y empeñado en hacer la guerra por su cuenta más de lo debido, no pudo engrasar su muñeca y se le resistió nuevamente el acierto pese a que se procuró tiros ciertamente de entrenamiento. Si en ataque está lejos de las expectativas, sobran los comentarios respecto a su extrema debilidad defensiva que condiciona a Sito Alonso a la hora de mantenerle muchos minutos sobre la cancha.
Si hace días tendió una alfombra roja al extraterrestre Doncic en la Euroliga, ayer fue otro exterior mucho más modesto quien le sacó los colores en el tercer cuarto. David Navarro le dejó una y otra vez atrás con sus penetraciones sin que el galo opusiera la más mínima resistencia. Diez de los doce puntos materializados por el escolta del Andorra llevaron la firma en ese intervalo del choque donde los locales se metieron de lleno en la pelea. Afortunadamente, la aparición posterior de Larkin y Bargnani evitó males mayores.
Pese a que Blazic está dado de baja en la ACB y las alternativas se reducen en la cuerda exterior, Sito Alonso ya ha puesto en liza algunas variantes tácticas para suplir la marcha de Beaubois al banquillo. Entre ellas, la presencia conjunta de sus dos bases (Larkin-Laprovittola) ayuda a mantener la capacidad intimidatoria del Baskonia. También cabe la posibilidad de dos aleros (Hanga-Budinger) en busca de un mayor despliegue físico y fortaleza reboteadora. A falta del esloveno, el joven Sedekerskis es otra opción que baraja el técnico azulgrana cuando el galo se haga acreedor a un castigo.