vitoria - El local acumula años y años de experiencia en la Euroliga pese a que su DNI marca 29 primaveras. El visitante en el Megasport Arena es un recién llegado al baloncesto europeo que ha irrumpido como un elefante en una cacharrería. CSKA y Baskonia se encuentran en las mejores manos posibles. Nadie alberga dudas acerca de la solvencia de su timón, propiedad de dos bases desequilibrantes en todas las facetas del juego.

El partido de hoy tiene múltiples alicientes, como el duelo que protagonizarán en la dirección Teodosic y Larkin, dos bases dominantes en la Euroliga más glamourosa de la historia. Tanto el serbio como el estadounidense lideran con puño de hierro a dos equipos que, bajo su liderazgo, ocupan la zona noble de la clasificación.

El timonel del CSKA ya está consagrado en una competición donde en mayo de este año alcanzó por fin del cielo y dejó atrás una incesante espiral de fracasos. Le acompañaba una leyenda de perdedor y sus detractores siempre aprovechaban el menor resquicio para atizarle, pero tras aquella memorable final ante el Fenerbahce en Berlín su cabeza se halla libre de fantasmas y puede sacar pecho. En plena madurez deportiva, Teodosic cerró la boca a todos aquellos que le acusaban de ser el gafe que estaba detrás de los disgustos del CSKA y, con anterioridad, del Olympiacos cada vez que llamaban a la puerta del título.

Aunque al balcánico todavía le queda cuerda para rato, el presente se llama Larkin. Pese a ser un recién llegado a este lado del Atlántico, se comporta ya como un veterano. Le sobra descaro, personalidad y ambición para liderar a un Baskonia deseoso de hacer algo grande en esta Euroliga. Nadie se acuerda ya de Adams en Vitoria. Anotador compulsivo, buen pasador, magnífico penetrador, eléctrico a la hora de cambiar el ritmo, rápido de manos para robarle la cartera a sus pares... Difícil encontrarle un defecto y difícil de entender cómo no ha encontrado acomodo en alguna franquicia de la NBA. Por lo tanto, el espectáculo está servido. - O.S.M.