vitoria - Un tesoro se pone en juego esta noche en el Buesa Arena, que acoge un partido en la cumbre entre el Baskonia y el Efes en pos del liderato del grupo B. Empatados a dos victorias, ambos buscarán meter definitivamente la directa hacia el Top 16 en un grupo donde la igualdad es manifiesta y nadie pretende descolgarse a las primeras de cambio. La sorprendente derrota de los turcos ante el Cedevita ha comprimido al máximo una pelea que todavía promete deparar fuertes emociones. Bien hará, en cualquier caso, el Laboral Kutxa en mirar hacia su propio ombligo y confiar en que la óptima línea de juego y resultados de estos albores de temporada le permita sellar una clasificación sin sobresaltos.

De momento, todo marcha sobre ruedas y el rendimiento azulgrana se mantiene hasta ahora muy por encima de las expectativas. Muchos ya habrían firmado esta privilegiada situación cuando quedó configurado el lote allá por el mes de julio y las incógnitas respecto al potencial alavés eran numerosas. Concretada de forma apabullante la primera victoria a domicilio en Limoges, técnicos y jugadores son conscientes de que el billete hacia la siguiente fase no correrá peligro en caso de que el Buesa Arena se convierta en un fortín inexpugnable. De superar esta noche a otro peso pesado como el Efes, gran parte del camino estaría recorrido teniendo en cuenta el calendario de la segunda vuelta. En ella, desfilarán por el recinto de Zurbano los tres rivales teóricamente más asequibles como Emporio Armani, Limoges y Cedevita.

La velada amanece con múltiples alicientes. Regresa por segunda vez a Vitoria el incomprendido y díscolo Heurtel, enemistado con todo lo que huela a baskonismo tras su salida del equipo a finales del año pasado y que ha encontrado un socio de lujo esta temporada en la figura de Jayson Granger, ex del Unicaja. El francés y el uruguayo marcan el compás en el Efes, que de nuevo ha vaciado la hucha para conformar una plantilla repleta de nombres ilustres. A golpe de talonario han recalado en Estambul tres de los pívots más decisivos en la Euroliga durante las últimas ediciones -Bryant Dunston (Olympiacos), Derrick Brown (Lokomotiv) y Alex Tyus (Maccabi)-, además del consumado triplista Jon Diebler (Karsiyaka).

sin complejos A las órdenes del veterano Dusan Ivkovic, también continúan dos de los proyectos más interesantes de futuro dentro del baloncesto europeo como Saric y Osman, ambos carne de NBA a corto plazo. En definitiva, un rival concebido como poco para alcanzar la Final Four que, sin embargo, ya ha dado síntomas de vulnerabilidad. Turquía mueve hoy en día ingentes cantidades de dinero para reclutar a las piezas más pujantes del mercado, pero no es menos cierto que los resultados que están obteniendo sus representantes tanto en la Euroliga como la Eurocup son paupérrimos y decepcionantes.

De ahí que el Baskonia, más a su nivel actual y jugando como local, no deba acomplejarse ante un conjunto que tiende a descoserse con facilidad y no se comporta como tal cuando vienen mal dadas las cosas. Un ejemplo de ello tuvo lugar la pasada semana cuando se vio sonrojado por el Cedevita, que con ocho jugadores hizo saltar la banca en el Abdi Ipekci obteniendo un resultado pernicioso para los intereses azulgranas. El conjunto croata, la cenicienta del grupo B que recibirá la próxima semana a los de Perasovic, conserva aún intactas sus opciones.

En una jornada donde el aliento de su sexto jugador será indispensable, el conjunto vitoriano volverá a apelar a su sobriedad defensiva, el liderazgo de Bourousis y el notable tono colectivo para quedar más cerca de un objetivo que se vislumbraba plagado de trampas en el verano y, en cambio, ahora parece al alcance de la mano. El gigante turco se ha impuesto en sus tres últimas visitas en el Buesa y romper esa adversa estadística constituye otro factor motivante para un plantel con las ideas claras que está sabiendo rentabilizar al máximo sus virtudes.