vitoria - Fenerbahce, Olympiacos y CSKA ya han metido la directa hacia los cuartos de final y están virtualmente clasificados. Todo hace indicar que la pelea por la cuarta posición del grupo será un mano a mano entre el Baskonia y el Anadolu Efes, pero Ibon Navarro tiene ahora mismo una percepción distinta de las cosas. “El grupo está bonito. Parece que se puede pensar que hay equipos que se han quedado descolgados, pero ellos siguen ganando partidos y no sé si alguno puede todavía reengancharse. Nadie se va a dejar llevar”, advirtió el preparador vitoriano, para quien el Nizhny “mantiene un nivel y una línea muy regular tanto en casa como fuera de ella” y convencido de que su “cambio de dibujo” con la entrada del hebreo Gal Mekel no ha alterado en exceso la filosofía de un oponente muy disciplinado.
Se avecina una jornada decisiva en la que el Laboral Kutxa puede dar un paso de gigante para sellar su clasificación hacia el Top 8 de la Euroliga en caso de su victoria y una derrota del Efes. Sin embargo, Navarro trató de relativizar la importancia del choque y restar algo de presión a sus discípulos al negar taxativamente que fuera una final. “Cuando ganas una final, ganas algo. Si lo hacemos en Novgorod, ni vamos a ganar nada ni vamos a estar clasificados, así que no es una final. Es un partido muy importante que nos puede poner muy bien. Es posible que todo se vaya a decidir en la última jornada”, reconoció el técnico baskonista, quien también defendió a capa y espada el trabajo de Mirza Begic al aseverar que “el equipo valora lo que nos da y su bajón ha coincidido con el adiós de Thomas Heurtel, que era el base que nos hacía jugar a medio campo”. - O.S.M.