vitoria - Sin Lamont Hamilton ni Ryan Gomes ante el Unicaja. La ausencia del primero, todavía sin el alta médica y dado de baja en la ACB tras la pequeña rotura fibrilar sufrida antes del bautismo liguero ante el Barcelona, era conocida por todos. Sin embargo, existía inquietud por conocer la identidad del segundo descarte, algo motivado por las 14 fichas profesionales con que cuenta en la actualidad el Baskonia. Todos los dedos apuntaban hacia Gomes y finalmente así fue cuando la patronal ofreció ayer al filo de las 20.00 horas la lista de altas y bajas para la segunda jornada. El cuatro norteamericano, que actúa en calidad de cotonou gracias a un pasaporte de Cabo Verde, fue el sacrificado por Marco Crespi para medirse a los andaluces.

Era obvio que los dos descartes debían producirse en la zona con el fin de que el Baskonia gozase de equilibrio entre sus efectivos para el perímetro y la cuerda interior. Pese a ser un recién llegado y llevar pocos entrenamientos, DJ White ha convencido y será uno de los postes que dé la réplica a la poderosa pintura del Unicaja en compañía de Colton Iverson, Kim Tillie, Ilimane Diop y Tornike Shengelia. El georgiano podría adelantar su regreso, previsto en primera instancia para el estreno en la Euroliga del próximo miércoles ante el Neptunas Klaipeda lituano. “Tiene mucha energía positiva para volver. Puede ser que esté para un pequeño rato, pero no se puede contar con él en una rotación”, aclaró Crespi.

El sacrificio de Gomes deja bien a las claras su incierto futuro como miembro del Buesa Arena. Su gran rendimiento en la gira americana ha carecido de continuidad en el doble duelo ante el Barcelona, donde se mostró errático, individualista y poco contundente en defensa. Si Shengelia empieza a carburar rápido, no es descartable incluso que sea cortado antes de que expire su vínculo con el club al término de la primera fase de la Euroliga.

Sobre DJ White, con capacidad para amoldarse indistintamente a las posiciones de cuatro y cinco, Crespi dejó entrever que no disfrutará de una importante ración de minutos pero sí ayudará al Baskonia a tratar de sumar su primer triunfo. “Cuando un jugador lleva cuatro entrenamientos, necesita un quinto para tener más clara la cabeza. No está encajado dentro del equipo como otros que llevan un mes”, avisó.

El italiano, por otro lado, se mostró esperanzado en que el Laboral Kutxa sume un triunfo de prestigio. “Cada jugador tiene su estilo y ética de trabajo, pero todos quieren hacerlo bien. Seguro que el primer partido es como el primer día de escuela, y creo que mañana -por hoy- es importante que el equipo contagie a la afición para que nos pueda ayudar. Es un equipo que todavía está encontrando su seguridad y tener al público puede ayudar de manera positiva a correr y trabajar”.