vitoria - Se acabó la incertidumbre. El Baskonia respira aliviado tras el embriagador desenlace de la eliminatoria entre el Valencia Basket y el Barcelona, cuyo asalto definitivo mantuvo ayer en vilo tanto a los seguidores como a los diferentes estamentos del club vitoriano. Tuvo que ser un antiguo integrante del Buesa Arena quien suministrase un balón de oxígeno con una de esas acciones con las que sueña cualquier jugador. Sobre la bocina y agobiado por el rocoso Lishchuk, el base brasileño se erigió en el mejor aliado del Laboral Kutxa para seguir conservando la próxima temporada su licencia A. Tras meterse entre pecho y espalda los cuarenta minutos, el héroe blaugrana extrajo fuerzas de flaqueza para anotar la canasta gracias a un providencial rectificado en el aire y convertir la Fonteta en un verdadero funeral.

Pasase lo que pasase en la serie, el Baskonia estaba convencido de que su presencia en la próxima Euroliga no corría ningún tipo de peligro. Sin embargo, jugaba en su contra la normativa de la máxima competición continental que fue clarificada el pasado 3 de junio. En ella, se refleja con claridad que el acceso a la final de la ACB de un equipo sin licencia A lleva al peor de los conjuntos clasificados que disfrutan de este privilegio a verlo suspendido durante un ejercicio. Con el triunfo levantino, el Laboral Kutxa hubiese sido relegado al purgatorio de la Eurocup tras su sexta posición en el torneo de la regularidad y la mejor ubicación del Real Madrid, Barcelona y Unicaja. De haber superado a los culés, el Valencia Basket habría accedido a la máxima competición con la licencia B y no con la C, la que se ganó en primera instancia tras conquistar hace meses la Eurocup.

El 75-77 definitivo ahorra de paso un problema mayúsculo a la Euroliga a la hora de repartir sus invitaciones. Sin la canasta del timonel carioca, Jordi Bertomeu debería haber tomado una medida de clemencia con el que ha sido uno de los grandes animadores de la competición desde su bautismo, un asiduo de la Final Four a lo largo de la década anterior y un club que figura en el top 3 de partidos disputados con la friolera de más de 300.

Precisamente todos estos hechos motivaban la aparente tranquilidad en las oficinas del Buesa Arena. Josean Querejeta no concebía bajo ningún concepto que el Baskonia hubiese sido descabalgado de la posibilidad de seguir compitiendo con la flor y nata continental. En cualquier caso, el dirigente azulgrana está obligado a no dormirse en los laureles tras la errática trayectoria del cuadro vitoriano en los últimos años. De hecho, el que preside es el único de los clubes con licencia A que, junto al Anadolu Efes en Turquía, ha dicho adiós a la posibilidad de pelear por el título en la primera eliminatoria del play off. Los restantes privilegiados que disponen de ese status han cosechado unos resultados muy superiores a los obtenidos por un Laboral Kutxa incapaz de encontrar la fórmula ganadora que le hizo célebre y, sobre todo, temible en el pasado.

Tanto viene jugando con fuego el inquilino del Buesa Arena de un tiempo a esta parte que ha permanecido expuesto con un suspense innecesario a perder su mejor patrimonio de la actualidad. Haber accedido con calzador al evento más glamouroso no hubiese sido el mejor síntoma a solo un año de que se registren sonados cambios en el sistema de clasificación. La reestructuración de la Euroliga se hará realidad a partir de la campaña 2015-16, en la que desaparecerán las licencias fijas y se instaurará un sistema de ascensos y descensos siendo la Eurocup la principal vía de acceso a la misma.

Todo hace indicar que el número de representantes de la Liga ACB se irá reduciendo progresivamente ante el resquemor de los dirigentes de otros países. A lo sumo, tres equipos españoles competirán con asiduidad en el futuro entre la élite continental. Dando por sentado que dos ellos serán el Real Madrid y el Barcelona, el Baskonia se halla obligado a despertar del letargo si no quiere perder un sabroso trozo de pastel que le garantiza suculentos ingresos económicos. Cualquier escenario que no sea la Euroliga resultaría mortal de necesidad.