VITORIA. Partido grande en el Buesa Arena. El Valencia Basket, una de las contadas alternativas al poder establecido, amenaza esta mañana (12.00 horas) la estabilidad de un Baskonia con la moral por las nubes tras sellar matemáticamente su billete para el Top 16 de la Euroliga y encadenar ya siete victorias consecutivas. Sumergida en el momento más dulce de la temporada y cada vez más cerca de recuperar su fisonomía completa, la formación de Scariolo recibe a uno de los gallitos de la ACB que, además, viene de protagonizar un excelente inicio de campaña.
Alaveses y levantinos miden sus fuerzas en un pulso de signo incierto que supone para los locales una ocasión inmejorable para atacar la segunda posición de la fase regular y, de paso, la etiqueta de cabeza de serie para la Copa del Rey. Pocos rivales como el adiestrado por Velimir Perasovic se hallan capacitados para discutir la hegemonía de los dos grandes. Tras coleccionar una ingente cantidad de fracasos en los últimos tiempos, el nuevo proyecto taronja destila solidez por todos sus poros. Se desconoce hasta cuándo le durará la gasolina, pero esta vez parece que va en serio si se repasa su excelente plantilla. De momento, es el único que mantiene el implacable ritmo impuesto por el Real Madrid. Únicamente contabiliza una solitaria derrota -y por la mínima, para más inri- en la jornada inaugural en el Palau Blaugrana ante el Barcelona. Desde entonces, todo victorias pese a que a las lesiones también se están cebando con él de forma cruel.
El técnico nacido en Split, cuya vuelta al coliseo de Zurbano siempre implica un morbo incuestionable, mantiene en la enfermería a Aguilar y Lucic. Sin embargo, recupera para la ocasión a una de sus piezas más versátiles como Bojan Dubljevic. El cuatro balcánico dotará de más mordiente a un equipo que cuenta con todos los puestos perfectamente cubiertos. En la dirección, Van Rossom y Lafayette conforman una de las parejas más estables. En la cuerda exterior, el exbaskonista Ribas ya recuerda al de sus mejores días en Badalona, Rafa Martínez se resiste a acusar el paso de los años y el fornido Sato ha rejuvenecido con respecto al apático alero que pasó como más pena que gloria por el Fenerbahce. En la zona, el rocoso Lishchuk suministra ingentes dosis de trabajo oscuro y representa un complemento perfecto para Justin Doellman, hasta la fecha el hombre más determinante de la Liga Endesa con sus 18,5 puntos de media.
Se avecina, por tanto, un partido de muchos quilates en el que el Laboral Kutxa, todavía huérfano de Nocioni y Causeur, deberá refrendar las buenas vibraciones que viene emitiendo en las últimas semanas. Con los deberes resueltos en la Euroliga, donde eso sí no renuncia a encaramarse al liderato en busca de un grupo asequible en el próximo Top 16, el próximo objetivo reside en mejorar la actual sexta posición liguera de cara al sorteo de emparejamientos para la fase final de la Copa. Los pesos pesados han impuesto un ritmo frenético y, con todo lo que ha llovido en forma de partes médicos, un hipotético triunfo ante el Valencia Basket dejaría a tiro de piedra la segunda posición de la clasificación. En definitiva, uno de esos días en los que el público debe convertirse más que nunca en el sexto jugador azulgrana.