vitoria. Pete Mickeal acostumbra a hablar sin pelos en la lengua. El alero estadounidense, un tipo que ha dejado huella y marcado diferencias en todos los lugares donde ha militado, sigue a la espera de ofertas después de que un tromboembolismo pulmonar -su segunda dolencia cardíaca en un corto periodo de tiempo- le obligara en marzo de este año a abandonar temporalmente el baloncesto cuando era uno de los grandes estiletes del Barcelona. Muchos clubes recelan sobre el estado físico de un jugador que, a sus 35 años, se resiste a colgar las botas.

En una entrevista concedida a la revista Gigantes, el tres de Rock Island acaba de confesar que uno de los muchos clubes que se ha interesado por sus servicios es el Laboral Kutxa, que ante la epidemia de bajas en el juego exterior pensó en él como una solución temporal para remediar la falta de efectivos. "Hace un mes Josean Querejeta me hizo una buena oferta, pero no la pude aceptar. Tuve otras dos propuestas de equipos de Euroliga, pero en ese momento no estaba preparado para volver a Europa. Ahora sí lo estoy", reconoce Mickeal, que durante su periplo en la capital alavesa ganó una Liga ACB y una Copa del Rey.