El Laboral Kutxa podrá esquivar a un rival inesperado en la primera fase de la próxima edición de la Euroliga. El Khimki ruso, un clásico de la máxima competición continental, quedó ayer apeado en la fase previa que se está disputando estos días en Vilna (Lituania). COntra todo pronóstico, los moscovitas cayeron ante los belgas del Ostende (79-90) en los cuartos de final en un partido sorprendente.
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