Vitoria. El tablero está dispuesto y los contendientes hace semanas que juegan al ajedrez. Las directivas de Baskonia y Valencia Basket se han enrocado en torno al posible traspaso de Fernando San Emeterio que en su día desveló DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, mientras el jugador, ya citado para jugar el próximo Eurobasket de Eslovenia con la selección de Juan Antonio Orenga, se mantiene a la espera. El club taronja tiene el nombre del alero cántabro subrayado con fluorescente en su agenda de posibles incorporaciones y el Laboral Kutxa está abierto a desprenderse de su capitán, más por cuestiones económicas que deportivas, pero existen puntos de fricción que impulsan a ambos a mantener sus posiciones y tirar de paciencia.
Paco Raga, vicepresidente y director general del Valencia Basket, ya conoce a Josean Querejeta. Sabe cómo se las gasta en las negociaciones y por eso evita a toda costa dar un paso en falso. El fichaje de Pau Ribas, que tras dos intentonas fallidas acabó en la capital del Turia el pasado verano, sirve como referencia. El club taronja quiere al jugador pero se muestra reacio a abonar cantidad alguna en concepto de traspaso, condición sine qua non establecida por los rectores del cuadro vitoriano para soltar a uno de sus grandes referentes. La necesidad de liberar espacio salarial, impuesta por las limitaciones económicas que padece la entidad azulgrana, representa el aliño de una situación que puede ir para largo pero que, salvo sorpresa, debería arreglarse con un acuerdo a tres bandas.
Al Baskonia, que ya ha presentado al sustituto de San Emeterio, por el momento no le influyen las prisas. Pero resulta evidente que, con Hanga ya en plantilla, existe la necesidad de deshacerse del jugador que conquistó el tercer título liguero. El alero santanderino, consciente del overbooking en la posición de tres, se ve forzado a buscar una salida. Y en Valencia también se aprecian urgencias a la vista, pues en breve podrían verse obligados a reclutar un cupo. Vitor Faverani, muy deseado, tiene cerrado un acuerdo con los Celtics y antes del día 21 debe notificar si continúa en el equipo taronja, con el que tiene contrato en vigor, o se marcha tras abonar los 750.000 dólares fijados en su cláusula de salida para la NBA.
Aun así, nadie pierde la calma. Todas las partes se han mostrado prudentes a la hora de tratar el asunto ante los micrófonos. San Emeterio ha alabado el plantel que está esculpiendo la directiva azulgrana, aun a sabiendas de que no entra en los planes, y Raga dejó caer la pasada semana que, aunque se marchara Faverani, manejan otras opciones para cuadrar el número de cupos. Con un alero y un pívot por contratar, el cuadro levantino tampoco dispone de multitud de alternativas, pero ya han sonado otros nombres como los de Carlos Suárez, Xavi Rey o Juanjo Triguero. Fuegos de artificio. El primero en la lista sigue siendo el capitán baskonista.
La operación, no obstante, tampoco se realizará a cualquier precio. El Valencia Basket considera que la asunción de la elevada ficha de San Emeterio supone ya suficiente desembolso -y alivio para el Baskonia- mientras Querejeta confía en obtener algo por la venta de un internacional con gran cartel. Existe también una deuda del club vitoriano con su capitán que, como ha sucedido en otras ocasiones, puede acabar suponiendo la llave que desbloquea la situación.
Las tres partes mantienen la calma, por ahora. El paso del tiempo acabará obligando a cada uno a quitarse la careta. Todos tienen alguna otra opción de futuro. Pero ninguno de ellos demasiadas.