vitoria. El Valencia Basket se impuso ayer al Real Madrid en un encuentro en el que el equipo levantino superó sus muchos problemas físicos y dominó a un rival perdido y al que nunca dejó encontrar su rumbo en el partido. Con tres de sus cinco pívots lesionados, el equipo de Velimir Perasovic supo ahogar al rival con una defensa intensa y en ataque los triples de Thomas Kelati abrieron el camino para que Bojan Dubljevic y Pau Ribas castigaran la falta de hambre de triunfo visitante, sólo mitigada por Sergi Llull, que cuajó un gran partido.
Un eléctrico duelo de triples entre Kelati y el propio Llull abrió un encuentro al que poco a poco se sumaron los interiores. Primero los hicieron los visitantes de la mano de Mirza Begic, pero cuando lo hizo para los locales Bojan Dubljevic el Valencia se hizo con el mando (22-19, min.10). Pese a las muchas lesiones con las que afrontaba el choque, el Valencia se creció. Con una defensa rocosa, neutralizó a un Madrid perdido en su rotación y, en ataque, al continuo bombardeo de Kelati se unieron dos invitados inesperados: Rodrigo San Miguel y Will Hanley.
Desconcentrado hasta fallar 9 de sus 15 primeros tiros libres, el Madrid se encontró con una ayuda inesperada para un último intento de remontada: dos triples de Hettsheimer. Pero tampoco así perdió la calma el Valencia que, inmenso en defensa, cogió aire con un par de acciones de Justin Doellman.
Con la Fonteta rendida a la entrega de los suyos, el Valencia supo gestionar su cansancio para no dar alas a un Madrid incapaz de anotar desde posiciones cercanas al aro y que apenas puso en problemas a los locales en los últimos minutos.
Más templanza que los blancos mostró un Barcelona que se mantiene a la zaga del Caja Laboral en la pelea por el segundo puesto de la fase regular. El equipo azulgrana superó al Blusens Monbus en el Fontes do Sar en la prórroga tras tener el partido perdido a falta de pocos segundos en una cita marcada por las intensas defensas.
El Regal Barcelona se presentaba en Santiago sin algunos de sus jugadores fundamentales como son Sarunas Jasikevicius o Juan Carlos Navarro, pero el equipo podía contar con otros que hicieron que este encuentro fuese de lo más emocionante. El Obradoiro tenía muy bien encarrilado el partido. Aumentó su presión cuando el margen llegó a los cinco puntos, aunque en ese momento el Barcelona dejó de acertar y Robbie Hummel dejó claro para qué está en la competición, pues a falta de menos de 30 segundos para acabar el partido anotó un lanzamiento desde el perímetro que casi sentencia el partido (69-67). Sin embargo, Tomic tuvo un dos más uno para ganar y su fallo en el tiro libre forzó la prórroga (69-69).
Al empezar el periodo extra el equipo de casa empezó a defender en zona y volvió a llevar la iniciativa, aunque el partido se le hizo demasiado largo y la quinta falta de Kendall supuso que el mando fuese para el Barça. Aún así aguantó el intercambio de canastas (79-78, min. 43) hasta que se tuvo que marchar Ben Dewar eliminado por faltas y la diferencia aumentó para el contrario hasta los instantes finales, con un Alex Abrines letal desde el perímetro.
El CAI Zaragoza dejó claro que está en su mejor temporada y lo hizo imponiéndose a Lagun Aro GBC (86-74), un rival al que tan solo había sido capaz de superar en una ocasión en sus enfrentamientos anteriores y lo hizo con claridad con lo que iguala su mejor registro histórico de victorias en la Liga Endesa a falta todavía de seis jornadas por disputar. Los guipuzcoanos, por su parte, se alejan un poco más de la salvación tras los resultados de sus rivales directos en esta jornada.
En los otros dos encuentros disputados ayer, tanto el Herbalife Gran Canaria como el Bilbao Basket obtuvieron sendas victorias que abren brecha entre el séptimo y el octavo puesto y casi garantizan su presencia en el play off.