Vitoria. El Baskonia comienza hoy su carrera hacia la segunda plaza. La victoria cosechada el pasado lunes ante el Real Madrid en el ya histórico encuentro que inauguró las 15.504 plazas del Buesa Arena y que fue retransmitido a cuarenta y siete países -hito mediático también en la historia del club- marcó un punto de partida para un camino que los baskonistas deberán emprender a partir de las 12.30 horas. El Nou Congost constituye el prólogo de este viaje, un origen de connotaciones adversas para la plantilla que entrena Dusko Ivanovic.

La estadística, esa cuya razón de existencia supone ser quebrada en algún momento, es la primera de ellas. Pese a la amplia diferencia de presupuesto entre ambos clubes -siendo consciente de que ésta se ha visto pronunciada en los últimos tiempos-, el equipo azulgrana sólo ha conseguido volver a Gasteiz triunfante en catorce ocasiones por veintidós que los manresanos han dejado la victoria en tierras catalanas.

La segunda radica en la ausencia de un jugador tan fundamental para el juego alavés como San Emeterio, aunque la coincidencia en el tiempo de la baja de éste con la incorporación de Nocioni está mitigando aquélla. Cuando ambos coincidan sobre el parquet, la pujanza del equipo puede situarse en las cotas demandadas por técnico, prensa y afición. De hecho, en el citado encuentro ante el Real Madrid ya se palpó ese ímpetu.

En tercer lugar no podemos obviar el mediocre rendimiento ofrecido por el Baskonia cuando juega lejos del Buesa Arena -nada comparado con el bagaje del pasado curso, en realidad-. El plantel entrenado por Dusko Ivanovic no gana como visitante desde el 4 de marzo, en la jornada 22, cuando se impuso en la Fonteta contra el Valencia Basket de un Perasovic que, pese a todo, ya daba muestras de la fiabilidad impuesta a una plantilla indecisa. Tras aquel triunfo, Lagun Aro y Lucentum, de maneras muy diferentes, han aplacado las ansias de conquista vitoriana.

La cuarta, y más objetiva, se ubica en el antecedente más cercano en el tiempo. El último enfrentamiento entre vascos y catalanes constituyó la también mencionadísima, a lo largo de esta semana, última derrota del periplo taurino baskonista. La excepcional actuación de Josh Asselin, convirtiéndose en MVP de la jornada con una valoración de 34 puntos, dejó entrever las penurias interiores que acarreaba un Baskonia huérfano de poderío en la pintura. Teletovic, Milko Bjelica y el temporero Golubovic compusieron aquella batería interior. Cabe presumir que la irrupción de Lampe, la aportación reboteadora y defensiva en las cercanías del aro de Nocioni y la plausible progresión de un Nemanja Bjelica que alterna posiciones exteriores e interiores jueguen a favor del equipo alavés en este aspecto. Además, parece que el estadounidense nacionalizado dominicano jugará mañana, aunque los dolores de espalda que le han hecho perderse varios entrenamientos esta semana dejan entrever que no lo hará al máximo nivel.

Por todo ello, esas connotaciones contrarias a los intereses gasteiztarras no lo son tanto o, al menos, son susceptibles de ser rebatidas por las positivas, que también las hay. No conviene olvidar que hablamos de un serio aspirante a ocupar la segunda plaza del mejor campeonato doméstico europeo. "Jugaremos contra un equipo grande, con muchos recursos", advertía Ponsarnau. Tras un poco de autocrítica no viene mal una palmadita en la espalda.