Aunque parezca mentira, el Baskonia también cuenta con algún apoyo en Bilbao de cara al duelo de hoy. Hay ocasiones en que el apego familiar pesa más en la balanza que el lugar de procedencia de uno para explicar los sentimientos que embargan hoy en día a Román Carbajo, uno de los jugadores que aportaron picante a aquellos derbis de antaño que en poco se parecen a los de hoy en día entre dos equipos repletos de foráneos que desconocen con exactitud la fuerte rivalidad baloncestística de dos ciudades separadas por 66 kilómetros de distancia. El antiguo poste bilbaíno, que militó en ambos clubes y a sus 43 años ejerce ahora como agente de jugadores, tiene lazos evidentes con el Caja Laboral, donde milita uno de sus sobrinos.

Unai Calbarro, el duodécimo jugador de Dusko Ivanovic que ha disputado únicamente 11 segundos en la segunda jornada celebrada en La Roca, dispone de un inmejorable mentor a la hora de conocer las interioridades de un partido siempre diferente a los demás. Lejos de estar con el corazón dividido a la hora de emitir un pronóstico, Carbajo expresa sin miramientos sus deseos ante una cita morbosa. "Lo tengo muy claro quién quiero que gane. Mi tierra me tira mucho, pero mi familia también. Soy más partidario de una victoria del Baskonia. He jugado en Vitoria y mi sobrino está allí", desvela. Procedente del Santurtzi de la Adecco Plata, Calbarro -de 22 años y 2,05 metros- afronta la ingrata labor de aportar su sacrificio en los entrenamientos ante los contados minutos que tiene visos de disputar a lo largo de la campaña. "Se le ha dado una oportunidad muy importante en un equipo y en otro no se le ha dado. Es muy extraño que haya sido válido para el Baskonia, un club superior al Bizkaia, y no para el equipo de su ciudad", se pregunta Carbajo con cierto resquemor a la vez que proclama "el magnífico desafío" del que dispone su sobrino para mostrarse en el difícil escaparate de la ACB.

El exjugador no duda en reconocer que "el simple hecho de aprender y curtirse al lado de un gran técnico que le enseñará mucho ya es importante". De ahí que en absoluto esgrima algún motivo de queja respecto a su escasa presencia en los partidos. "Los minutos vendrán en base a las necesidades del equipo, pero estoy seguro de que tarde o temprano Dusko le premiará. Es una temporada fundamental para su carrera, ya que ha pasado de la LEB a uno de los clubes punteros de Europa. Él tiene que aprovechar la situación, trabaja duro, lo entrega todo y posee un gran corazón", ensalza Carbajo. En las conversaciones entre ambos, un consejo prima siempre por encima de otras consideraciones. "Siempre le digo que no le tenga miedo a nada ni a nadie. Todo lo que le venga, deberá aprovecharlo sin que le tiemble la mano. El tren pasa muy pocas veces. Él también entiende así este deporte", concluye un bilbaíno reconvertido a seguidor baskonista.