vitoria. Si hay un equipo en la ACB que siembra el terror y saca especial provecho a su condición de local, ése no es otro que el Caja Laboral. Si hay una pista a nivel doméstico que infunde pavor en el adversario de turno, ésa no es otra que el Fernando Buesa Arena, testigo de auténticas escabechinas que constatan el imparable crecimiento de la entidad azulgrana. Sin ningún género de duda, el Baskonia se ha convertido en el mejor conjunto de la ACB de la última década si se contabilizan sus resultados en la capital alavesa.

Así lo atestigua su implacable trayectoria, especialmente durante las tres últimas temporadas, en las que ha sido derrotado únicamente en dos ocasiones a lo largo de la fase regular. Sus únicos verdugos fueron el Barcelona, que le batió por un ajustado 79-86 el 20 de marzo del año pasado, y, más recientemente, el Real Madrid, que aprovechó el cortocircuito vitoriano en la recta final para obtener otro laborioso éxito (67-72). Por contra, el Caja Laboral ha conseguido la friolera de 42 victorias desde que Dusko Ivanovic iniciara su segunda etapa al frente del club vitoriano.

De los 163 encuentros que ha disputado en la fase regular durante los diez últimos años, sólo ha sucumbido en 25, lo que arroja un porcentaje de triunfos del 84,6%. Los peores registros tuvieron lugar en las campañas 2002-03 y 2007-08, saldadas con 6 y 5 traspiés respectivamente. Simples anécdotas para un conjunto, el azulgrana, que se mantiene en la cuarta posición gracias a su solidez en el Buesa Arena. Lejos de su territorio talismán en el que se siente tan a gusto, sin embargo, ha entrado en barrena llegando a encadenar siete derrotas en sus ocho últimos desplazamientos.

Uno de los visitantes que ha padecido la voracidad alavesa cuando actúa al amparo de su afición es, precisamente, el Power Valencia, que esta noche intentará poner fin a la maldición que le acompaña en Zurbano. Los levantinos tienen el dudoso honor de acumular seis derrotas consecutivas en el Buesa Arena, donde salieron airosos por última vez en la temporada 2005-06. Aquel éxito, en cambio, acarreó pésimas consecuencias para Pedro Martínez. El ahora entrenador del Gran Canaria fue destituido por Josean Querejeta tras consumarse un doloroso 81-91.