vitoria. El Caja Laboral inicia este mediodía la segunda vuelta de la competición. Un momento tan bueno como otro cualquiera para detenerse a reflexionar y echar la vista atrás para analizar los aciertos y errores que han sustentado el devenir de la escuadra vitoriana desde que arrancara la ACB un 3 de noviembre recibiendo en el Buesa Arena al mismo equipo -bastante renovado, en realidad- contra el que hoy (12.30 horas) se verá las caras en el pistoletazo de salida al segundo tramo liguero. La reciente victoria en el Martín Carpena, trabajada y meritoria pero, al mismo tiempo, insuficiente en su consecución para despejar las incógnitas que se ciernen sobre el cuadro azulgrana, concedió al menos un salvoconducto para vislumbrar por dónde deben ir los tiros en este tramo en el que la cuenta atrás para la Copa del Rey acapara todas las miradas y el sorteo del Top 16 deparó un camino, a priori, más plácido del que cabía esperar.
Pero antes de que el Lietuvos Rytas pise la capital alavesa el miércoles en la segunda jornada continental, el equipo dirigido por Dusko Ivanovic encara una peligrosa matinal en el Centro de tecnificación de Alicante. El Meridiano, resucitado para la causa por el bilbaíno Txus Vidorreta, contempla la zona de descenso desde el retrovisor después de acumular cuatro victorias en los nueve partidos disputados con el antiguo técnico del Bilbao Basket en el banquillo.
Su llegada, y con ella los fichajes del exbaskonista Martin Rancik -el perfil de cuatro que, curiosamente, ahora vendría de perlas al Caja Laboral como acompañante de Teletovic- y el estadounidense Kenny Hasbrouck insufló oxígeno a los maltrechos pulmones que Óscar Quintana luchaba por mantener con vida. El conjunto valenciano sufrió esta semana la marcha de otro exbaskonista, Serkan Erdogan, que recala en el Besiktas turco para poder estar más cerca de su familia -su padre está enfermo de cáncer-. Mientras buscan un sustituto, el alero Axel Weigand recupera la ficha que había perdido.
cambiar el sino Para el Baskonia, empezar la segunda vuelta con buen pie es poco menos que una necesidad. Después de completar la segunda peor primera mitad de competición en diez años, el combinado azulgrana tiene ante sí la posibilidad de lavar la pobre cara que mostró la pasada jornada frente al Blancos de Rueda Valladolid. Será el momento de comprobar si Pape Sow -que regresa al que fue su hogar durante buena parte de esta campaña antes de ser cortado y cambiar Alicante por Vitoria- continúa perdiendo peso en la rotación después de que contra Unicaja se quedara en apenas tres minutos.
También cabe esperar que Stanko Barac -diez minutos en el Martín Carpena- goce de un mayor protagonismo. Para un hombre que basa gran parte de su juego en la autoconfianza, el fichaje de Esteban Batista ha contenido en cierta medida la proyección al alza que el pívot croata mantenía desde su eclosión definitiva en los primeros compases de la temporada. La batería interior baskonista tendrá enfrente a uno de los techos de la ACB, Martynas Andriuskevicius, que junto a Rancik y Doellman forman un trío más que aceptable en la pintura alicantina. Dispuesto a empezar la segunda vuelta mejor de lo que finalizó la primera, el Caja Laboral luchará este mediodía por no perder la estela de Real Madrid y Barcelona pero, sobre todo, engrasar su maquinaria de cara a la cada vez más cercana Copa del Rey.