vitoria. El Caja Laboral muestra hoy una versión más reconocible en el San Sebastián Arena 2016, escenario que puede disipar la incertidumbre que rodea la consecución de la vitola de cabeza de serie para la próxima Copa del Rey de Madrid. Entre que Nemanja Bjelica ya está en condiciones de regresar tras casi tres semanas en el dique seco y el flamante fichaje de Esteban Batista para reforzar el maltrecho juego interior, Dusko Ivanovic tiene motivos para respirar aliviado.

Mientras el club sigue trabajando de forma denodada en los despachos para perfilar definitivamente una plantilla todavía con varias interrogantes, el técnico montenegrino ya dispone de más elementos para que este desconcertante y dubitativo Baskonia empiece a recobrar algo del crédito dilapidado en los últimos tiempos. Con cuatro derrotas en las últimas cinco jornadas ligueras y el aliento de varios rivales incrustado en la nuca, el margen de error está más que agotado para sellar la vitola de cabeza de serie en el torneo del K.O. y no perder definitivamente la estela de los sólidos líderes, que ya se encuentran a dos victorias de diferencia.

El debut del poste uruguayo constituye el principal aliciente de un derbi de alto voltaje en el que el Lagun Aro apurará sus últimas opciones de inmiscuir su figura en la cita madrileña. Tal ha sido la debilidad azulgrana en la zona durante los primeros meses de competición que su ingreso se espera de manera ansiosa para reflotar una nave a la deriva. Sin embargo, el Caja Laboral exhibe otras preocupantes grietas que deben ser corregidas para ser un grupo solvente que aspire a los títulos. Huérfano de un estilo en ataque, de una fortaleza defensiva y de la aportación de varios jugadores en el limbo, la actual temporada precisa de un urgente cambio de rumbo.

Enfrente, el Lagun Aro ha vuelto a padecer un ataque de vértigo cuando ya acariciaba el sueño copero. El conjunto de Pablo Laso ha perdido gas, pero la valía de su quinteto inicial -donde sobresalen la compulsiva muñeca de Baron, el oficio de Panko y la garra del indomable Doblas- le convierte en un rival peligroso.