Vitoria. Hace una semana decía que no pensaba moverse de Serbia hasta final de temporada, pero ayer Milan Macvan aterrizó en Israel vestido con una camiseta del que será su nuevo equipo para lo que resta de temporada y cuatro más. Después de rechazar la generosa oferta de un Baskonia que veía en el ala-pívot serbio a su tercera gran promesa de futuro tras los fichajes de Nemanja Bjelica y Dejan Musli, Macvan se mostró ayer exultante al incorporarse a la disciplina del Maccabi de Tel Aviv.
"Estoy encantado de haber fichado por el mejor equipo de Europa. Cuando tenía 14 años vine a Tel Aviv a jugar la Final Four junior y me quedé impresionado con el club y con los fans. Me pareció increíble la pasión con la que animaban a su equipo", aseguró el nuevo jugador de la escuadra hebrea. "Desde entonces he deseado vestir la camiseta del Maccabi", sentenció el cuatro deseado por Dusko Ivanovic para reforzar al Caja Laboral antes de dorar la píldora al que será su entrenador a partir de ahora.
"A pesar de mi edad no siento ninguna presión. He hablado con David (Blatt) y sé lo que espera de mí. Estoy ansioso por trabajar con él", subrayó Macvan. Precisamente, la presencia en el Maccabi del técnico israelí ha sido una de las cuestiones que acabaron por decantar la balanza del lado macabeo en detrimento del baskonista, puesto que, según apuntan desde Israel, al jugador plaví no le apetecía demasiado ponerse a las órdenes de Ivanovic. Algo en lo que, probablemente, tampoco ha debido ayudar mucho que el agente de Macvan, Zoran Savic, tuviera con el técnico azulgrana sus más y sus menos cuando ambos coincidieron en el Barcelona. Con su fichaje, el Maccabi crece muchos enteros como candidato a la Final Four.