El Khimki, próximo rival del Baskonia en la Euroliga en un partido que decidirá la suerte vitoriana en la competición continental, sumó ayer un claro triunfo (75-67) en la Superliga rusa ante el modesto Krasnye Krylya. El equipo de Scariolo se apoyó en el acierto ofensivo de Langford y Fridzon -autores de 18 puntos- para sumar su cuarta victoria de la temporada y seguir al frente de la clasificación tras la nueva derrota del CSKA. También destacó el papel de Monya (14 puntos) y el trabajo oscuro de Eze con 11 rebotes. El recién reaparecido Kelati, que no disputó el duelo de ida ante los vitorianos, contribuyó al éxito con tres puntos en 16 minutos.
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