KHIMKI Planinic (5),Langford (9), Fridzon (10), Loncar (15), Eze (10) -cinco inicial-, Monya (11), Raúl López (11), Savrasenko, Zaytsev y Dmitriev (5).
MACCABI Perkins (4), Pargo (9), Eidson (16), Eliyahu (8), Schortsanitis (16) -cinco inicial-, Hendrix (6), Green, Pnini (11), Blu (6) y Burstein (2).
Parciales 10-19, 21-23, 27-14, 18-22.
Árbitros Jungebrand, Boltauzer y Rutesic.
Vitoria. Un triple salvador a cargo de David Bluthenthal cuando restaban sólo cuatro décimas para la conclusión del partido permitió ayer el Maccabi dar un nuevo golpe de efecto en la pista del Khimki y convertirse en el principal favorito para gobernar el Grupo A una vez expire la primera fase de la Euroliga. Cuando el bloque adiestrado por Scariolo saboreaba un triunfo imprescindible, una absurda pérdida de Planinic otorgó una última posesión a los judíos para rematar la faena. Si bien Perkins falló en primera instancia, Bluthenthal cogió el rebote y, tras salirse hacia la línea exterior, no le tembló el pulso para conseguir la canasta de la victoria.
Esta acción desbarató la magnífica reacción de los locales, quienes se vieron sorprendidos por el fortísimo arranque de un Maccabi que llegó a alcanzar ventajas de catorce puntos. En el cara o cruz de los últimos compases, el cuadro de David Blatt se mostró más certero y profanó la pista donde el Caja Laboral se estrelló una semana antes.
El resultado comprime más si cabe el lote en el que se encuentra el conjunto vitoriano, cuyo inesperado tropiezo ante el Zalgiris puede haberle descabalgado de la primera posición. Los de Ivanovic ocupan en la actualidad la tercera posición, igualados a dos victorias con los rusos y el Partizan, a quien rendirá visita el próximo miércoles en el infierno del Pionir. Para evitar agobios innecesarios, urge ganar en tierras balcánicas o, en su defecto, la siguiente jornada en Tel Aviv.