Vitoria. La falta de horas de sueño era la marca de la casa reflejada en los rostros de una plantilla que en la jornada de ayer, ya con los pies en el suelo, comenzó a ser consciente de la gesta protagonizada en una final de la Liga ACB en la que ha protagonizado un auténtico aldabonazo, una de las mayores gestas de la historia del baloncesto.
El hombre que propició el título con una última jugada inolvidable fue un Fernando San Emeterio que no tenía casi palabras para explicar lo vivido: "Ha sido un día espectacular para mí, para la gente, para mis compañeros y la verdad es que nos merecíamos este título y qué mejor manera que hacerlo así". La jugada mágica que propició el estallido de gloria sigue pasando una y otra vez por la mente de un cántabro que la recuerda así: "Es mejor que soñado. Cojo el rebote, voy para adelante y acaba entrando, casi no sé todavía ni cómo, pero lo importante es que entró y es mejor que un sueño, es impresionante".
A San Emeterio le toca ahora pasar por la vicaría para completar "un año inolvidable" que puede encontrar su guinda la semana que viene con la posible convocatoria para disputar el Mundial con la selección. "Ojalá pero lo veo complicado", se limita a decir.
Otro que tiene un verano agitado por delante es un Tiago Splitter que también pasará por el altar, aunque la decisión más comprometido será el de decidir su futuro, seguramente en los San Antonio Spurs. "Vienen muchas cosas importantes en mi vida, con muchas decisiones por tomar, el matrimonio... Tengo que tomarlo con tranquilidad y, aunque hay mucha gente preguntando qué voy a hacer, no tengo una decisión tomada. Tengo que analizar y ver qué es lo mejor para mí", asegura el brasileño.
Tras diez años en Vitoria, Splitter puede poner punto final a una carrera como baskonista espléndida, culminada con un título liguero y un doble MVP. "Me he curtido aquí. Llevo diez años en las filas del Baskonia y estoy muy contento. Cuando llegué aquí con quince años no me podía ni siquiera imaginar que me podía ocurrir algo así. Estoy muy agradecido a todos los que me han ayudado y estoy muy contento por haber conseguido este logro", explicó un brasileño que tuvo también unas palabras para su mentor, Iñaki Iriarte: "El Iri es el que está todos los días conmigo en la cancha ayudándome, viendo vídeos, dándome consejos... Nos hemos peleado muchas veces porque los dos somos cabezones, pero al final hemos hecho un buen trabajo y le tengo que dar las gracias por todo lo que ha hecho por mí".
Su amigo Marcelinho Huertas, con la cabeza rapada, espera que el pelo perdido "vuelva a crecer pronto" a la vez que resalta el esfuerzo que ha supuesto alcanzar el título: "Ahora hemos recogido los frutos de todo ese trabajo duro que hemos hecho a lo largo de toda la temporada. Nos quedamos cerca de la Final Four, pero hemos ganado la Liga y eso lo compensa todo. La gente estaba muy contenta y había un ambiente espectacular".
"Por días como éste vine al Baskonia. Al principio parecía complicado, pero hemos sabido mantener la fe hasta el último segundo y quiero seguir aquí haciendo historia muchos años", señaló Pau Ribas, quien destacó la importancia de haber ganado el título ante un equipo que ha dominado la temporada a su antojo hasta la final liguera: "Ganar contra un gran rival como el Barcelona, que ha hecho una temporada increíble, le da más valor al título. Ahora sólo nos falta rematar la celebración con la afición en la Virgen Blanca".