tiago ha vuelto. Dentro de la positiva matinal vivida ayer por el Caja Laboral en San Pablo que le permite igualar al Real Madrid en la segunda posición liguera, una noticia destacó por encima del resto. El mejor pívot de la ACB, que afortunadamente descansa en las filas del Baskonia como mínimo hasta el próximo 30 de junio, ha recuperado todo su esplendor.
Tras la inoportuna lesión en el tobillo que hizo temblar los cimientos del baskonismo en vísperas de asaltar el título de la Copa del Rey y buscar el billete para la Final Four de París, el de Joinville vuelve a ser ese pívot desequilibrante capaz de resolver partidos en un santiamén. Ante el Granada ya evidenció en el transcurso de la pasada jornada algunos progresos que confirmó hace unas horas punto por punto en la complicada plaza andaluza.
Pocas veces como ayer se pone de manifiesto la tremenda influencia de una pieza concreta en un colectivo como sucedió con el espigado interior brasileño. Con 42-57 en el marcador, Ivanovic se vio obligado a retirarle de la pista después de que incurriera en su tercera falta personal. Igual que sucediese con San Emeterio, otro modelo de regularidad desde el arranque de curso, el preparador montenegrino optó por no correr ningún riesgo para que el buque insignia azulgrana estuviera disponible en la recta final.
dobles figuras Un partido dominado hasta ese momento de cabo a rabo por el Baskonia pasó a convertirse en un constante sufrimiento. Privado de su boya atacante y del faro que intimida en labores de contención, el cuadro vitoriano empezó a malvivir y sufrir una monumental pájara traducida en un parcial desfavorable de 15-1 que estrechó al máximo el marcador (57-58). San Pablo era una olla a presión que amenazaba con devorar a un grande de la ACB. Craso error. El forastero se guardaba una bala en la recámara dispuesta a ajusticiar a un batallador Cajasol.
Splitter regresó a lo grande en el último cuarto para exhibir su jerarquía y sembrar nuevamente el pánico en la zona sevillana. En los primeros minutos, anotó tres canastas consecutivas, candó el rebote defensivo, capturó otro providencial en ataque y ahuyentó cualquier intento de canasta local en las inmediaciones del aro. Bajo su manto protector y perfectamente secundado por un Teletovic mortal de necesidad, el Caja Laboral se disparó en el marcador hasta acabar consiguiente un plácido marcador que hizo justicia con sus méritos durante la matinal.
Al final de los cuarenta minutos, el internacional brasileño se convirtió en el baskonista más valorado con 27 puntos. Su importancia, eso sí, fue más allá de las dobles figuras (20 puntos y 10 rebotes). Con él en pista, la dictadura en el juego careció de antídoto. Ahora que la fase regular se adentra en un crítico momento y los equipos aceleran su puesto a punto para afrontar el play off en unas inmejorables condiciones, el inquilino del Buesa Arena tiene motivos sobrados para respirar más tranquilo con el regreso de su salvador. Más si los renqueantes Lior Eliyahu y Stanko Barac se mantienen en el dique seco durante las próximas semanas de competición.