Made Urieta hace balance del curso tras la agónica salvación y de paso ya mira al futuro más inmediato donde ve la necesidad de un aumento del presupuesto para que el club pueda seguir luchando en la élite del baloncesto nacional. La ayalesa no cierra la puerta ni a su propia salida y es que el Araski no solo es Made. De hecho, no tiene ninguna duda de que el club continuaría creciendo aunque ella ya no estuviera.
Ya han transcurrido unos días desde el partido ante el Cadí La Seu. ¿Cuáles son sus sensaciones?
La verdad es que continúo muy feliz. Fue un final perfecto, pero no deseado, es decir, ojalá no hubiéramos tenido que llegar a un único partido teniendo que jugárnoslo todo. Aun así, ver Mendizorroza lleno y la buena respuesta de la plantilla, para ver cómo afición y equipo eran uno, fue increíble. Al final, las cosas salieron bien deportivamente y encima fue un encuentro vistoso para toda esa gente que se acercó a Mendizorroza, y todo eso me hizo muy feliz.
¿Hubo mucha resaca el domingo?
Un poquito (risas), pero tampoco te creas que mucha, porque había tantas emociones que cuando terminó el encuentro a mí me dio mucho bajón. Al final, la semana fue muy dura, y por ejemplo, estos días tengo que ir al fisioterapia porque estoy destrozada de la espalda por toda la tensión acumulada. Es cierto que hubo celebraciones y nos juntamos todas para festejar por todo lo que hemos peleado tan duro esta temporada.
Una tensión que se pudo notar hasta dos horas antes del encuentro con gente ya por los aledaños del estadio, ¿Cómo lo vivió?
Me gusta mucho evadirme en los momentos previos del partido. Mientras que durante la semana sí que ha habido mucha presión, el sábado fue el día más tranquilo para mí. Al final, estás focalizada en el encuentro tras el trabajo hecho, y en esos momentos ya te toca arropar al equipo por toda la tensión que existe. Pero sí se pudieron sentir los nervios en el entorno.
¿Le ha dado muchas vueltas en su cabeza a la derrota ante el Celta?
Ha aparecido mucho en mi cabeza, tanto ese partido como el del Ferrol. Al final era un encuentro que marcaba el corte del descenso y si llegamos a ganar y por más de 9 puntos hubiera sido una diferencia de tres partidos más average con tan solo cinco jornadas por delante. Ese partido era determinante y luego contra el Ferrol fue parecido, íbamos ganando de uno a falta de 4 segundos y nos cayó un rebote en el pie y lo capturó una jugadora del equipo rival y sacó una falta para anotar dos tiros libres. Esos partidos sí que han venido mucho a mi cabeza porque habrían podido hacer que el final hubiera sido de otra manera.
“El club tiene soporte y vende como para que las empresas privadas apuesten por él”
Aunque siempre hay que destacar que la épica deportiva vive en los genes alaveses…
Sí. Parece que somos una ciudad deportiva de sufrimiento, pero luego solemos acabar con un final feliz. Ojalá ahora el Alavés, que está en una situación parecida a nosotras, acabe de la misma manera.
La salvación ha sido en la última jornada, pero al final el equipo ha acabado con las mismas victorias que el año pasado.
En la temporada anterior a falta de tres jornadas ya teníamos matemáticamente la permanencia. En ese sentido, el sufrimiento ha sido grande, pero ahora en frío estoy feliz.
En una plantilla corta como la del Araski, las lesiones pueden determinar la temporada. ¿Este curso ha sido más duro en ese sentido?
Nosotras apostamos por una plantilla corta porque vamos justas de presupuesto y buscamos hacer un equipo de nueve jugadoras. En ese sentido, siempre existen riesgos y este año, en la primera semana de entrenamiento, Bethy Mununga, que vino para ser una de nuestras mejores jugadoras y cómo se ha visto lo ha acabado siendo, se lesionó de la rodilla. Luego, el 2 de enero en el primer entrenamiento del año, Laura Aliaga se rompió el cruzado. Además, en estas competiciones tan exigentes, durante la temporada, se sufren muchos percances, como el esguince de Marta Hermida, o molestias de otras jugadoras como Van den Adel, que ha jugado lesionada para poder estar con el equipo. Y en ese sentido, ese esfuerzo de las jugadoras hay que valorarlo.
Eso habla muy bien de la personalidad de las jugadoras, ¿verdad?
Sin duda. Hay jugadoras que en una situación similar a lo que se ha vivido este año, se hubiesen cogido la baja y no habrían jugado. En cambio, ellas han forzado y han intentado ayudar al equipo en lo que han podido. A veces ha salido bien y otras no tanto, pero en cuanto a compromiso no se les puede echar nada en cara.
Cada año es más difícil competir en una Liga que crece y se hace más exigente. ¿El tema económico es algo que le preocupa?
Sí, y esa es una de las claves. En los últimos tres años venimos avisando de que los equipos ACB están entrando en la LF y están haciendo que no podamos estar tranquilas, porque los presupuestos se están incrementando y las jugadoras están elevando su caché. Hoy en día, todo es muchísimo más costoso, incluso los viajes ahora son un 70% más caros que antes y eso hace que necesitemos soporte público y privado. Nosotras tenemos una muy buena relación tanto con el Ayuntamiento como con la Diputación y ojalá entre todos podamos aportar un poquito más. Entre nosotras buscando en el sector privado y las instituciones que ojalá pudieran aportar un poquito más, sería importantísimo para nosotras. Porque la realidad es que necesitamos un poquito más para mantener la categoría.
“Si llega un día en que Querejeta nos llama, le vamos a escuchar para construir algo bonito”
Desde fuera daba la sensación de que este equipo podría no haber sufrido con un par de piezas más.
Creo que la gente no es consciente de que con muy poquito nos podría ayudar. Hay ejemplos en los que vas a empresas y éstas piensan que les vas a pedir cantidades económicas que son muy elevadas y no es así.
¿Ve viable crecer económicamente este verano?
Ojalá, pero cuando nos acercamos a empresas privadas se nos cierran las puertas, y siempre comentamos que no pedimos 200.000 euros, que igual con 300, es decir, con pequeñas cantidades, para nosotras ya significa una gran ayuda. Porque puede que haya un patrocinador oficial como Kutxabank que te da más dinero, pero puede haber muchos pequeños que también se conviertan en uno grande. Creo que tenemos soporte y que el club vende como para poder apostar por él como ya lo demostramos el otro día con 3.000 personas en Mendizorroza en un 19 de abril que nos es fácil por las fechas. A nivel institucional cada vez que les hemos pedido ayuda han respondido y ahora la necesitamos.
Clubes de la ACB están entrando en el basket femenino. ¿El Baskonia les ha llamado en algún instante?
No, nunca hemos tenido conversaciones. Hay mucha gente que piensa que tenemos mala relación con ellos y no es cierto. Simplemente no ha habido contactos; yo nunca he hablado con Josean y nunca hemos compartido momentos y eso es raro. Aún así, si llega un día en el que nos llaman, les vamos a escuchar y si es lo mejor para el club y la ciudad que haya algo conjunto Baskonia-Araski, seguro que buscaremos una manera de construir algo bonito, y si no lo es, seguiremos nuestros caminos como lo hemos estado haciendo hasta ahora. Es decir, no hay una inquietud porque nos llamen ni tampoco una puerta cerrada para que lo hagan.
¿A nivel profesional también resulta difícil competir contra el resto de equipos de la liga?
El Araski no solo es Made Urieta, somos un gran equipo y todos hacen una gran labor: Amaia, Jose, Julen, Iratxe, Alvaro, todas las voluntarias, los entrenadores de la cantera... y es que hay mucha gente. Sin embargo, es verdad que a nivel profesional hemos sido el único club de la Liga que no hemos tenido un staff profesional. La única persona del cuerpo técnico que se ha dedicado 100% al equipo he sido yo y eso no puede ser. No podemos tener un fisioterapeuta que no se dedique en exclusiva a la plantilla, o un preparador físico o ayudante del entrenador que no estén al completo con nosotras. Todo eso hace que tengas que equilibrar el presupuesto y es cierto que fichas a figuras que son de la casa y que hacen un trabajo increíble, pero que no pueden dedicarse exclusivamente a esto.
“Hemos sido el único club de la Liga que esta campaña no ha podido tener un staff técnico profesional”
A nivel particular, ¿cómo está su depósito de gasolina?
El baloncesto me vuelve loca y soy una apasionada de este deporte. El baloncesto es mi vida y la gasolina nunca se me acaba porque vienes al campus y tienes esas placas solares (la cantera) que hacen que te conectes y te dan energía para lo que venga. Aun así, es cierto que necesitamos manos y se está viendo que no puedes dirigir un club profesional con solo cuatro personas. Está claro que necesitamos recursos para poder tener más gente que sume en el día a día y poder ser mejores para que las jugadoras de la cantera como del primer equipo tengan lo que merecen.
¿Alguna vez se ha planteado probar nuevas aventuras?
Claro. Soy una entrenadora ambiciosa y yo también aspiro a tener nuevos retos. Eso no quita para que tenga claro que el club va a seguir creciendo como hasta ahora por la calidad humana que hay dentro. Ojalá yo pueda tener la oportunidad de poder escaparme y vivir nuevas experiencias en otros clubes con otras estructuras y ver lo que realmente hay fuera de Araski.
¿Eso en un futuro lejano o cercano?
No lo sé, es una inquietud que llevo teniendo muchos años. Hay veces que he renunciado a oportunidades estando en un momento muy bueno y no sé si voy a volver a tenerlas. Ojalá que sí porque yo siempre escucho lo que puede venir. Llegado el caso sé que el club va a funcionar porque no hay nadie imprescindible. El Araski va a continuar creciendo porque es un club sólido y no existen nombres propios más allá del de Araski.
En ese caso, ¿el club partiría más que nunca de cero este verano?
Sí que se podría arrancar sin mí este verano porque yo siempre arroparía al club para lo que necesitase, hasta que estuvieran cubiertas las posiciones en las que yo me ocupo. Ahora lo que tenemos que hacer es juntarnos como club, es decir, la directiva, y ver dónde estamos, a dónde vamos y lo que buscamos. Es importante estar en la misma línea porque si hay una figura que es muy ambiciosa y el club no tanto, o al revés, si el club fuera ambicioso y yo no lo fuera, chocaríamos. Entonces, es importante marcar un camino, unos objetivos y en ese sentido, yo soy ambiciosa y quiero ver al club crecer porque cuando no mejoras, te estancas y si te estancas, te mueres. Hay que ir hacia adelante y hacer que el club crezca en toda su estructura, desde la cantera, hasta la entrenadora y la directiva, es decir, todos tenemos que ser ambiciosos.
Dejando la economía de lado, ¿ha tenido algún contacto con alguna jugadora para su continuidad?
La verdad es que no. Les he querido dejar espacio porque ha sido una temporada muy dura, donde la cabeza todavía no está preparada para tomar decisiones y cuando eso sucede hay altas posibilidades de cometer errores cuando lo haces en caliente. De momento, les he querido dejar espacio y me he querido despedir de todas porque les tengo un cariño especial por cómo han trabajado y por lo fácil que han hecho que sea el día a día, a pesar de lo complicado que ha sido la temporada. Ojalá veamos caras conocidas el año que viene, no me gustaría cambiar el equipo de cero y ojalá haya gente que repita.
“Soy ambiciosa y ojalá pueda tener la opción de vivir una experiencia fuera del Araski”
Al tener que hacer plantillas cortas, ¿tiene mucha presión para acertar en el mercado?
Un error a la hora de fichar una jugadora que no se adapte a la liga o al club y nuestra filosofía te puede hacer estar sufriendo todo un año. Si no aciertas en los fichajes y esas jugadoras no se sienten parte de Araski y no quieren defender tus colores, no les importará tanto la permanencia y eso se nota en la pista. Este año se ha demostrado que pese a ser jugadoras que han sufrido, han estado de 10 y han sentido los colores del Araski.
¿Cuál es el primer paso ahora?
Estamos en una línea de estar sufriendo muchísimo, pero es algo que se puede remediar a nada que tuviéramos un poquito más de capacidad económica. Si se consiguiera, podríamos estar disfrutando de un buen estado de forma de un club de la ciudad que atrae, que cae bien en el territorio y en España. Eso ya se ha podido ver a lo largo del presente curso, y es que nuestra afición es de las más queridas de la liga y este año en la Copa de la Reina el público estuvo cantando Araski a pesar de nuestra ausencia. Eso es un legado que dejan nuestros araskizales.
¿La primera piedra de la temporada que viene se podría decir que la ha puesto la “Marea Verde”?
Uno de los emails más bonitos que he recibido estos días después de la victoria del pasado fin de semana me llegó el lunes de una chica que no había estado nunca en el pabellón y fue a ver el encuentro ante el Cadí La Seu. En ese correo nos preguntó a ver cuándo empezamos con la campaña de abonados porque quería ser socia. Eso nos hizo mucha ilusión y es especial.