"Poder disputar la Copa de la Reina en una de las ligas más complicadas de los últimos años, con todas las adversidades que hemos sufrido, sin excusas y uniéndose entre ellas, es el mejor regalo que pueden tener. Trabajan para ello y me alegro muchísimo por todas las jugadoras". Son palabras de Madelén Urieta, todavía en caliente, tras la clasificación matemática del Kutxabank Araski para la Copa de la Reina, una gesta mayúscula para un club modesto como el vitoriano que durante esta campaña se está codeando con las mejores en la élite del baloncesto femenino.

Tras la victoria en la prórroga ante el Cadí La Seu en el destierro de San Andrés y las derrotas del Estudiantes y Bembibre, el Araski ya es uno de los seis equipos clasificados para el evento que tendrá lugar del 30 de marzo al 2 de abril del 2023 en el Príncipe Felipe de Zaragoza.

De momento, también tienen billete para pelear por el preciado trofeo copero en tierras mañas el Uni Girona, el Perfumerías Avenida, el Valencia Basket, el Casademont Zaragoza y el Barça CBS. Quedan dos pasaportes por adjudicar en la última jornada de la primera vuelta, que se celebrará este viernes.

Tras una pasada temporada en la que el club no dio con la tecla para confeccionar un proyecto competitivo y una drástica remodelación de la plantilla en el mercado estival, el Araski se ha convertido en una de las sensaciones de la Liga Femenina.

Ni el hecho de contar con una plantilla corta cuyo núcleo duro está formado por únicamente ocho jugadoras ni la reciente lesión de la finlandesa Annika Holopainen, relevada de urgencia hace días por Chatrice White, han descabalgado de la zona noble a un equipo todo corazón y pundonor.

La trayectoria verde en esta primera vuelta ha sido realmente intachable con triunfos que no entraban en el guión ante los grandes 'cocos' de la competición, como los sellados en Fontajau y la Fonteta. Todos ellos han comprobado la dificultad que entraña 'pegarse' con este rocoso Araski, un conjunto en el que cada jugadora conoce su rol a la perfección y que ha exhibido una fortaleza mental admirable para sobreponerse a los momentos difíciles surgidos en los partidos.

Además del gran trabajo defensivo en cada jornada que ha reducido los guarismos anotadores de las rivales, el cuadro vitoriano ha sabido mostrar otras virtudes para hacer realidad el objetivo. Y todas ellas enmarcadas dentro de valores innegociables como la humildad y sacrificio del grupo.

Asurmendi y Chagas brindan estabilidad al timón, la joven triplista Alarcón atesora un gran porvenir, el regreso de Van den Adel constituye todo un acierto, el poderío físico de Diarra da seguridad en la pelea bajo los aros, una jugadora de sangre caliente como Burani contagia su raza y, para poner la guinda al pastel, Atkinson demuestra jornada tras jornada que es la 'killer' necesaria en cualquier equipo.

Con casi 16 puntos de media, la norteamericana es la tercera mejor anotadora de la Liga Femenina tan solo por detrás de Petra Holesinska y Sika Kone, ambas del Spar Gran Canaria. Su exhibición ante el Cadí La Seu perdurará mucho tiempo en la retina de los aficionados araskizales. Si mantiene este nivel, será difícil retenerla en Vitoria a partir de la próxima temporada.