onoces las emisiones de gases de efecto invernadero que produces? Calcula tu huella y sé parte de la solución. Ihobe, la sociedad pública de Gestión Ambiental del Gobierno Vasco, pone a disposición de la ciudadanía una calculadora de CO2 que, en pocos pasos y aportando unos datos básicos, mide su afección al planeta, le dice en qué usos y costumbres falla y cómo minimizar el impacto que su día a día causa al medio ambiente.

"Cada vez más personas miden su huella de carbono, la tendencia del uso de la calculadora es al alza", valora Marimar Alonso, directora de Acción Climática de Ihobe. "Nuestros hábitos diarios nos hacen consumir una serie de recursos y esta herramienta ayuda a calcular ese impacto en emisiones de CO2", explica. Para ello, la aplicación toma en consideración tres aspectos básicos: vivienda, movilidad y compras y ocio que, a su vez, se desglosan en otros muchos apartados.

A partir de ahí, la aplicación va midiendo la huella de carbono de cada persona, en función de las fuentes de energía y los consumos en calefacción, agua, electricidad... Apagar la televisión, evitar que los aparatos estén encendidos en stand-by, usar ordenadores con el logotipo Energy Star, contratar electricidad procedente de fuentes renovables y ser consciente de que el consumo de agua también genera un impacto climático son cuestiones a tener en cuenta.

También el modo de desplazarse. Así, en el apartado de transporte, la calculadora hace hincapié en el tipo de combustible que consume el vehículo privado, los kilómetros anuales, en base a una media de 12.500 kilómetros al año en el Estado, si se comparte coche o si la persona se desplaza en tren, metro, taxi, autobús o avión, subrayando la contaminación de este último medio de transporte. "¿Compensas la contaminación generada por tus viajes en avión con la promoción de actividades para absorber CO2?", cuestiona la calculadora.

De hecho, "dos de los factores más significativos, que más penalizan un buen resultado son vivienda y movilidad, precisamente dos aspectos en los que tenemos mucha capacidad para incidir y mejorar", constata Marimar Alonso. Detalla que "el objetivo de la calculadora es medir para incidir; el enfoque de esta herramienta es conocer el impacto que en forma de CO2 deja cada persona para actuar y poder modificar comportamientos". En realidad, son dos herramientas a disposición de la ciudadanía: la calculadora mide la huella de carbono y el aplicativo de 52 gestos frente al cambio climático ayuda a ir viendo cómo mejorar y, según esfuerzo de cada uno, comprobar cuál es el grado de impacto, el beneficio obtenido. "Hay pasos muy sencillos, como la compra de electrodomésticos con etiqueta de máximo ahorro energético A, cuyo impacto es muy positivo", pone como ejemplo Marimar Alonso, al igual que la compra de alimentos de producción local y de temporada.

volar en avión

En el apartado de compras y ocio, las costumbres que influyen en la huella que cada persona deja en el planeta son infinitas y van desde aprovechar la parte de atrás de los folios hasta comprar fruta, verduras, encurtidos y frutos secos a granel, regalar productos sostenibles y hacer la compra en comercios cercanos llevando la bolsa de casa.

Lo mismo ocurre con los viajes por turismo, cuanto más cerca, mejor. "Si al final te vas a desplazar en avión, puedes compensar tus emisiones con otras acciones complementarias; ya hay compañías aéreas que dentro del billete tienen calculada esa compensación de emisiones con proyectos de reforestación, cooperación...", apunta la directora de Acción Climática de Ihobe. Con todo, sostiene que "lo ideal es enfocar hacia la reducción, la compensación sería únicamente en el caso de que no hay más remedio que generar ese impacto; pero sí, los vuelos tienen gran carga; de ahí la idoneidad de disfrutar de un ocio de cercanía".

Con todos los datos introducidos, la calculadora emite el resultado final de las emisiones de gases de efecto invernadero; por ejemplo, 3,773 toneladas de CO2 por habitante y año equivalente. Informa de si la persona está por encima de la media, que varía de forma notable entre España y Estados Unidos, con una huella de carbono mucho mayor por habitante. "Lo lógico, por hábitos de consumo, por temas culturales y por distribución territorial es que estés cerca de la media estatal, si la superas quiere decir que alguna costumbre debes cambiar; de hecho, la calculadora te especifica, de todos tus impactos, cuáles son mayores: vivienda, movilidad o consumo y ocio y te ofrece pautas para mejorar", apunta Marimar Alonso.

Y es que, en una sociedad consumista como la actual, conviene "buscar el equilibrio entre el desarrollo y la reducción de impacto". No obstante, "también tenemos que ver la actual situación de crisis climática como una oportunidad, y darle una vuelta para que mejorar nuestra calidad de vida".

En electricidad.

-Apagar las luces.

-Esperar a que los alimentos se enfríen antes de introducirlos en el frigorífico.

-Regular el termostato del frigorífico de forma adecuada.

-Apagar el horno cinco minutos antes de que termine.

-Utilizar los programas de baja temperatura del lavavajillas.

-Cargar la lavadora al máximo recomendado.

-Apagar la televisión, sin dejarla en 'stand-by'.

-Tener en cuenta el certificado energético al comprar una casa.

-Usar ordenadores 'Energy Star'.

-Sustituir las bombillas incandescentes tradicionales por led.

-Contratar electricidad procedente de fuentes renovables.

-Comprar los electrodomésticos con etiqueta A.

-Tender la ropa al aire libre siempre que sea posible.

En calefacción y agua caliente.

-Usar la calefacción de forma responsable y el agua caliente sólo cuando es necesario.

-Aislar de forma correcta la casa.

-Instalar un tejado verde.

-Usar la climatización de forma responsable.

En movilidad.

-Analizar el certificado de emisiones al comprar un vehículo.

-Conducir de forma eficiente.

-Comprar en comercios cercanos--Consumir productos locales.

-Usar la bicicleta.

-Compensar la contaminación generada por los vuelos en avión.

-Comprar un coche híbrido o eléctrico.

-Usar el transporte público.

-Enfriar el coche sin aire acondicionado utilizando la puerta como abanico.

En residuos.

-Gestionar la basura de forma adecuada.

-Utilizar vajilla reutilizable.

-Entregar la ropa que no usas para que pueda ser reutilizada.

-Practicar un consumo responsable; llevar a la compra una bolsa reutilizable.

-Consumir agua del grifo en lugar de embotellada.

-Comprar a granel fruta, verduras, encurtidos, frutos secos, etc.

-Conservar el móvil el mayor tiempo posible.

En consumo y ocio.

-Consumir fruta y verdura habitualmente y comer carne de forma moderada.

-Trabajar en soporte informático reduciendo el consumo de papel y carbón.

-Comprar productos de empresas que apoyan el cambio hacia un futuro con bajas emisiones.

-Regalar productos sostenibles.

-Consumir madera certificada con sellos como PEFC o FSC.

-Disponer de huerto para llenar la despensa.

-Consumir de forma responsable.